Montse Sabaté: «Conozco cómo son los artistas mirando la suela de sus zapatos»

¿Dónde estás ahora?, ¿Y después, hacia dónde viajarás? Son dos preguntas recurrentes cuando se trata de conocer cómo es la vida de quienes viajan alrededor del mundo con una gran familia de artistas circenses, como la del Circo du Soleil. Y Montse Sabaté (Granollers) lo sabe bien. La asistente de vestuario –cuyos abuelos por parte de padre eran de Tivissa (Ribera d’Ebre), donde actualmente dice que «viven algunos de sus primos»– se unió a la familia del Circo du Soleil hace aproximadamente siete años.

«En esa época, mi marido trabajaba en un espectáculo como jefe de sonido y, entonces, nos preguntamos qué podíamos hacer cuando ambos queríamos estar juntos, pero él se iba de gira por el mundo y yo me quedaba aquí», explica Sabaté. La decisión fue evidente. «No lo dudé y me uní a la familia circense. Al poco tiempo tuve la oportunidad de empezar a trabajar en el departamento de vestuario», recuerda.

Ahora, forma parte del equipo que se encarga del vestuario y de los zapatos que los artistas lucen en el espectáculo Luzia. «Por las manos de mis compañeros y las mías pasan los 140 pares de zapatos que se utilizan en cada show», detalla la asistente de vestuario.

Entre bambalinas, «cada día revisamos la ropa, los accesorios y los zapatos para asegurarnos que estén impolutos y en perfectas condiciones, es decir, que no estén desgarrados, agujereados o que haya alguna suela desenganchada, algún cordón roto o que los zapatos estén mal pintados». Por ello, sigue explicando, «planchamos, cosemos, enganchamos, arreglamos y pintamos, es decir, no paramos en todo el día».

Lo importante es prestar atención a los pequeños detalles, «porque en ese momento pueden no ser relevantes, pero pueden convertirse en un problema, más tarde, durante la función», asegura Montse Sabaté.

En cuanto a la singularidad del calzado, la asistente de vestuario destaca que «lo más importante es que los zapatos sean seguros, ya que algunos de los artistas que salen al escenario hacen acrobacias muy peligrosas, por lo que las suelas no pueden estar demasiado gastadas y deben estar bien enganchadas». Por otro lado, también es fundamental que los cordones estén perfectos, puesto que «en los cambios de vestuarios, que son frenéticos, deben atarse los cordones muy rápidamente; tampoco pueden estar estropeados porque podrían romperse antes o durante el espectáculo».

Por ello, Montse Sabaté siente una gran responsabilidad. «Hago una rotación cada día para tener todos los zapatos revisados toda la semana, porque el estrés artístico también afecta al calzado, es decir, los saltos, las acrobacias y los entrenamientos diarios dejan huella en el calzado», afirma Montse Sabaté, quien añade que «conozco cómo son los artistas mirando la suela de sus zapatos».

Ahora, la primera parada europea del Circo du Soleil tras la pandemia ha sido Barcelona, donde estará hasta el 15 de mayo. «Volver a levantar la carpa en Barcelona ha sido muy especial y emocionante, ya que para muchos de nosotros ha significado regresar a casa», explica Montse Sabaté, para quien estar de gira con el Circo du Soleil es un sueño cumplido, «siempre he tenido esta visión de la vida y muchas ganas de viajar alrededor de todo el mundo».