Entrevista a Nacho González: «El equipo se partirá la cara por el escudo»

Nacho González (Sevilla, 28 años) se convirtió el pasado sábado en el autor del primer gol oficial del Nàstic de la temporada 2023/24. Una acción a balón parado, denominada Sant Magí, que permitió al conjunto dirigido por Dani Vidal sumar los tres primeros puntos del curso frente al Arenteiro. Un estreno inmejorable para un jugador, tercer capitán de la plantilla, que llega avalado por un mito grana, David Rocha, con el que coincidió en el Mérida.

¿El mejor debut posible?

Ni habiéndolo soñado, hubiera imaginado que fuera así. Primero por la victoria. Segundo por dejar la portería a cero. Para un defensa es muy importante. Y a nivel individual por ese gol que me llena de confianza, que no de relajación, para afrontar el inicio de liga. También te digo, ya es pasado y tenemos que pensar en afrontar el próximo compromiso ante el Rayo Majadahonda.

¿Bendito Sant Magí, el nombre de la jugada de estrategia que sirvió para anotar el gol?

Y bendito el momento en el que se puso la visita justo antes del primer partido de liga. Soy una persona creyente, así que: ¡Bendito Sant Magí!

¿La jugada se interpretó a la perfección?

La idea se consiguió. Luego, dentro de una estrategia hay muchos matices. Lo difícil es llevarlo a la perfección. ¿Se podría haber hecho mejor? Pero cuando sale es cuando la pelota entra, y entró.

El año pasado acabaste con cuatro goles, tu máxima cifra en un curso. Vas camino de, como mínimo, igualarlo.

El año pasado fue mi mayor registro goleador e incluso fallé un penalti. Pero me sirve para coger confianza, seguir trabajando en el día a día, con los pies en el suelo. La temporada es muy larga. Para lo bueno y para lo malo.

¿Qué importante es comenzar ganando?

Mucho. Porque todo el mundo quiere empezar de la mejor manera posible y en el fútbol eso es ganando.

Hacía 13 años que el Nàstic no ganaba en su debut de liga. ¿Nunca es fácil?

Me llama la atención que un club tan grande como el Nàstic llevase tanto tiempo sin la fortuna de comenzar el curso ganando. Que haya sido este año y haber marcado el gol de la victoria, además de alegría, es un orgullo. Es muy positivo, pero anecdótico. Quedan 37 jornadas.

El equipo apuntaba maneras en pretemporada. Pero hay que trasladar esas buenas sensaciones a la competición. ¿Es lo que mejor supo hacer el equipo?

El cuerpo técnico ha sido esencial en ese sentido. Es un cuerpo técnico que exige mucho trabajo. Quiere mucho ritmo. Eso te lo da el día a día. Han sido los primeros en felicitarnos por la buena pretemporada, pero también los primeros que nos han apretado para que mantengamos el nivel de sacrificio. Es que si no lo hacemos, nos pitan la cara. Ahora sí te van a valorar el que ganes o no. Además, el grupo, que a nivel humano es muy bueno, tiene muy claro que hay calidad, pero por encima tiene que haber sacrificio. Eso se imprime en el vestuario y queda claro desde el primer día que entras. Sirve para evitar la relajación.

Durante todo el mercado, la dirección deportiva ha incidido mucho en la parcela ‘humana’ de los fichajes. ¿Se nota esa labor en el vestuario?

Cualquier plantilla tiene que tener nivel técnico y de rendimiento. No falta en esta plantilla. Hay futbolistas muy buenos. Pero aparte, la calidad humana es clave en el día a día. Cualquier persona tiene épocas mejores o peores en su trabajo. Ahí entra el rol del compañerismo. Estar con el que está peor y ayudarle. Sea en el campo o fuera. Eso se nota en el entrenamiento. Cualquiera que venga a vernos lo verá. Hay un gran clima de trabajo.

¿Eso no quita la competencia por el puesto?

La competencia es tan necesaria como el grupo humano. Te exige a mejorar.

La afición se marchó contenta y satisfecha con el equipo.

Me gustaría hacer un llamamiento a la afición. He venido al Nou Estadi como visitante y sé que lo que se siente cuando la gente apriete. Por eso me gustaría decirles que vengan al campo. El cuerpo técnico nos insiste en que es una afición agradecida. Si ve esfuerzo, da igual cómo salga después, mientras te partas la cara por el escudo, está contigo. Entiendo que fuera sábado y lloviese, pero les digo que vengan, que este equipo se va a partir la cara por el escudo del Nàstic en cada partido. Va a ser un rasco característico del equipo. Estarán orgullosos de su equipo.

El reto es replicar el gran partido ante el Arenteiro en cada partido, empezando por el sábado ante el Rayo.

Messi, Cristiano han llegado a ser los mejores porque día a día han intentado mejorar lo que habían hecho el día anterior. Después de ganarlo todo. Pues, salvando las distancias, es lo que tenemos que hacer. Mejorar cada día.

Llegas avalado por David Rocha, uno de los jugadores más recordados de los últimos años, con el que coincidiste en el Mérida. ¿Qué te dijo del Nàstic de Tarragona?

Solo tiene palabras de agradecimiento al club, directiva y afición. Siempre que habla del Nàstic es con una sonrisa. David ha sido compañero primero y luego director deportivo. Me dijo: «Nacho, si tienes el Nàstic, no dudes». Me invitaba a venir aquí por delante de otras ofertas que tenía. Por todo. Me ayudó a venir. Me alegro de haber tomado la decisión de venir.

¿Le habrá costado dejarte ir del Mérida?

Claro, intentó que me quedara. Al Mérida siempre lo llevaré en el corazón. Pero venir al Nàstic era un gran paso en mi carrera. Una experiencia que no podía dejar pasar.

Han sido tres temporadas en Mérida muy buenas, con un ascenso y, el año pasado, una gran temporada en la que tuvisteis opciones de entrar al play-off.

Éramos un equipo que no tenía como objetivo estar ahí. Pero si ves que el día a día, tu esfuerzo, te permite estar ahí, para cotas más altas, pues por qué no. En la vida hay que tener ilusión. Fue un año muy bonito.

Sorprende que tu primera aventura en un equipo, digamos sénior, fuera con 26 años en el Mérida.

Estuve 11 años en la cantera del Betis. Con un breve paso por el Gerena entre medio. Etapa que por cierto me llevó a enfrentarme al filial del Nàstic, la Pobla, en el ascenso a Segunda B.

Que ganó la Pobla en los penaltis...

Así es. De hecho, el primer penalti lo tira... Alberto Varo. Cuando vi que cogía la pelota, no me lo creía. Luego, la puso en la escuadra. Pensé: «Por eso tira el primero».

Volviendo a su trayectoria.

Luego del Betis me fui al Espanyol y cuando acabé mi etapa allí, tenía 25 años. Es verdad, que no suele verse un jugador tan mayor en un filial.

Entraste tarde, pero me imagino que pronto viste la diferencia de un vestuario filial y uno sénior.

Sí. En los filiales prima lo individual. Cuando sales, te das cuenta de la realidad. Ahora lo veo más, que voy a ser padre de familia. Te juegas el pan de la gente. En un filial no se da cuenta de eso. Ni se valora la fortuna de estar ahí. Es como salir de la facultad y entrar en el mercado laboral.

¿Estas dos realidades, encajan en una misma competición?

Mi opinión es que juegan con cierta ventaja. Por presupuesto y por otras cosas. Te mides al Castilla o al Barça B y esa diferencia se tiene que ver por algún lado. Suena de hacer una liga de filiales. No sé. Si me tengo que mojar, probaría de hacer una liga de filiales.

Siendo bético, te faltó debutar en el primer equipo.

Hubiera sido un sueño. Soy del Betis desde pequeñito. Estuve cerca de ir convocado en un Atlético-Betis en el Calderón. Pero no se dio. Por algo sería.