Fran Carbia: 'Soy buena persona, que es lo que queda, el futbolista se acaba'

Hay dos valores en la vida de Fran Carbia (Tarragona, 1992) que resultan innegociables; la honestidad y el esfuerzo. Probablemente no es el delantero más fino del planeta, pero a base de persistencia ha saboreado el fútbol profesional. Su trayecto significa el triunfo del deseo.

10 años han pasado Fran desde aquel gol que ya es historia.

En el fútbol, el tiempo pasa volando. No te das ni cuenta y, a veces, ni siquiera te da tiempo a echar la vista atrás. Estás en una vorágine, aunque en estos días si hablamos un poco de aquella eliminatoria.

¿Qué recuerda?

En la ciudad había una ilusión tremenda, un poco como ahora. Se agotaron muy rápido las entradas y el ambiente en el estadio fue muy bonito. Y luego tuve la suerte de marcar ese gol. Especial todo, la verdad.

Y aquella jugada del gol.

Aquel gol ante el Atleti, la jugada, yo creo que me define un poco como futbolista; creer hasta el final. No di el balón por perdido y conseguí llevármelo entre los defensas para luego marcar. Un gol así nunca se olvida, te queda para siempre.

Lo ha visto muchas, ¿no?

Por supuesto, también lo han puesto muchas veces y cada vez que lo veo me trae muy buenos recuerdos. Además aquella temporada también logramos ascender a Segunda A, todo salió perfecto.

Una década. ¿Fran Carbia ha cambiado en algo?

Mi personalidad es la misma, es verdad que ahora estoy casado y tengo dos hijos (Victoria y Rodrigo) y eso te hace madurar mucho, pero conservo los mismos valores que me inculcaron de pequeño y que siempre he llevado conmigo, incluso en el fútbol. La cultura del esfuerzo, de intentar mejorar siempre.

Aquel día, ante el Atleti, tenía 23 años y desde entonces las ha visto de todos los colores. ¿Está en paz con el fútbol?

El fútbol me ha dado mucho, pero yo creo que al fútbol también le he dado mucho. He sido muy profesional, me he dejado todo en el día a día. Luego, en los partidos, las cosas salen mejor o peor, pero en el día a día de trabajo me lo he dejado todo, no me reprocho nada. Además pienso que, por encima del jugador, he sido buena persona, que es lo que queda, porque el futbolista se acaba.

¿Pero le sigue gustando tanto el fútbol?

Sin duda, disfruto muchísimo del día a día, entrenar de lunes a sábado me da la felicidad. El trabajo, el contacto con los compañeros, es algo que el día que lo deje, lo echaré de menos. En este sentido, te puedo asegurar que no he cambiado nada. Soy el mismo jugador que cuando empecé, con la misma ilusión.

Desde hace dos veranos que se habla de su regreso. Se ha dado este año, ¿pero tenía claro que volvería?

Sí, estaba convencido de que tarde o temprano volvería a Reus. Es el club que más me ha dado como futbolista. No sabía cuándo se daría, pero estaba seguro de que acabaría aquí.

El cariño de la gente, nunca le ha faltado.

Nunca, y me siento afortunado. Desde que se anunció mi regreso he notado ese cariño a través de las redes sociales y también en persona. Me hace feliz que los aficionados me valoren por lo que hice en aquella época y también se ilusionen con lo que les puedo dar ahora. Siento esa responsabilidad cada vez que salto al césped. Siempre me he sentido querido.

En su primera etapa se tuvo que marchar por un tema legal. Le dejaron de pagar y quedó desvinculado contra su voluntad. ¿Lo ha olvidado?

Fue un momento muy difícil para mí, una salida que nunca hubiera deseado. No me puedo olvidar de eso. Tocamos el cielo y bajamos al infierno y, después de cinco años en el club, nunca imaginé marcharme de esa forma.

Decía Xavi Molina hace unas semanas que el vestuario del Reus no ha cambiado nada, que tiene algo que le hace especial por el buen rollo que hay.

Estoy de acuerdo, se vive algo diferente. Aquí dentro el grupo está formado por buenas personas y eso hace que el día día sea muy bueno, que tengas muchas ganas de venir. Puedes tener un día jodido por cualquier circunstancia y entras aquí y te olvidas de todo.

Por aquí destacan que tanto usted como el resto de veteranos no han venido a retirarse. El deseo de ganar sigue intacto.

Es que nos ha costado mucho tener lo que hemos conseguido. Picamos mucha piedra para llegar al fútbol profesional, sabemos lo que cuesta. No entendemos esto como una forma de paso, el compromiso siempre está y más en el club que sentimos como nuestro, porque hemos vivido muchas cosas bonitas aquí.

¿Conserva los mismos hábitos de futbolista profesional?

Totalmente, a medida que vas sumando años, te tienes que cuidar todavía más. A nivel físico, el fútbol actual requiere una preparación detallada, independientemente de la categoría en la que estés.

Por cierto, ¿y cómo ve a su Reus actual?

Tenemos un buen grupo, un vestuario muy sano. A nivel deportivo, estamos ahí, en la zona de play off y, es verdad que ahora pasamos por un pequeño bache de resultados, pero pronto llegarán las victorias. A nivel personal me siento muy a gusto.

Y, a todo esto, mañana viene la Real Sociedad.

No siempre juegas ante un rival de Primera División, el vestuario está muy ilusionado y también percibimos el entusiasmo de los aficionados. Vamos a intentar disfrutarlo al máximo y competir el partido, que la gente se marche del estadio orgullosa del equipo.