Josep Calavera, un deseo real para la medular del Nàstic de Tarragona

El primer nombre confirmado en la posible lista de altas del Nàstic de Tarragona ya está sobre la mesa. No es una operación encaminada ni mucho menos cerrada, pero sí existe interés firme y real. Tal y como ha adelantado el periodista tinerfeño Manoj Daswani, Josep Calavera es una opción que gusta mucho a la entidad tarraconense para la sala de máquinas. Su nombre encaja en el perfil con el que el Nàstic pretende reforzar la medular, aunque todavía hay mucho trabajo por delante. Se trata de una operación delicada, en la que deben darse una serie de condicionantes para que pueda salir adelante.

Lo primero que hay que tener en cuenta es que, en estos momentos, no hay fichas sénior libres en el Nàstic de Tarragona. Eso provoca que ahora mismo sea imposible inscribir a un futbolista hasta que no se produzca una salida. El conjunto grana todavía no ha inaugurado el capítulo de marchas, aunque hay una serie de jugadores que parecen destinados a ser protagonistas en él. Wilfrid Kaptoum, David Juncà y Christos Almpanis son tres de los futbolistas con menos protagonismo en las últimas semanas, pero sus salidas no se dan ni mucho menos por hechas. Para que se produzcan hay que contar con su voluntad y, sobre todo, llegar a un acuerdo, algo que parece sencillo sobre el papel, pero que después no lo es en absoluto.

El Hércules también le quiere

En caso de poder liberar una ficha, ahí sí entra ya en juego el nombre de Josep Calavera. El mediocentro de Cabra del Camp encaja en el perfil de centrocampista creativo que desea el Nàstic, pero existe un problema añadido: la competencia. El Hércules de Beto Company es el otro equipo que también quiere al mediocentro y el rival por hacerse con sus servicios es de entidad. El conjunto alicantino es un club con potencial económico, cuenta con un entrenador que conoce perfectamente a Calavera y puede ofrecerle un ecosistema de juego ideal para explotar sus virtudes.

Frente a eso tendría que competir un Nàstic de Tarragona que también dispone de alicientes para confiar en que, en caso de salir, Calavera se decantase por la oferta grana. No hay que olvidar que Josep es canterano de La Budallera y que nunca ha ocultado su deseo de poder vestir la camiseta del primer equipo.

Pocos minutos en la primera vuelta

En cualquier caso, su salida del Tenerife no puede darse ni mucho menos por hecha. Es cierto que el centrocampista solo ha sumado dos partidos como titular y apenas ha superado los 250 minutos sobre el césped en el líder inmaculado del grupo I de la Primera RFEF, pero Álvaro Cervera jamás ha puesto en duda su calidad e implicación y le ha concedido minutos en los últimos partidos de 2025.

Con todo, el Tenerife podría darle salida, ya que la sala de máquinas está cada vez más cara, tal y como asegura Daswani: «La eclosión de Alberto Ulloa, que ha vuelto del parón con la condición de futbolista del primer equipo —ya no volverá al B—, parece un muy serio obstáculo para que pueda aparecer Calavera en una demarcación con evidente overbooking, donde ya figuran Aitor Sanz, Fabricio Assis o Juanjo Sánchez. Se da la circunstancia de que es en esta parcela donde coinciden algunos de los jugadores del plantel que mejor rendimiento están ofreciendo hasta la fecha».

En este contexto, una cesión podría ser la solución y ahí Nàstic y Hércules están atentos para pescar en río revuelto. Eso sí, para fichar, alguien tiene que salir. No lo olviden.

Además, en la hoja de ruta del Nàstic de Tarragona también pesa el factor temporal. El mercado avanza con sigilo y el club no quiere precipitarse en una operación que condicionará el equilibrio de la plantilla en la segunda vuelta. La dirección deportiva es consciente de que cualquier movimiento debe responder no solo a una necesidad deportiva inmediata, sino también a una lógica económica.

Por eso, mientras se resuelve el escenario de salidas y se calibra la competencia externa, el nombre de Josep Calavera permanece subrayado, a la espera de que las piezas encajen y el contexto permita transformar el interés en una oportunidad real.