Solo le vale ganar al Nàstic... y a Agné

El camino de Raül Agné en el Nàstic no ha sido nunca un camino de rosas. Llegó en entredicho por una afición que le colocó en el centro de la diana antes incluso de su anuncio oficial. Trabajó a la sombra, superó momentos de dificultad y en su primer año se quedó a un solo partido de conseguir el ascenso a Segunda División. Aquella era herida fue tan fuerte que no se contempló otra cosa que volver a intentarlo. Juntos de la mano. Nàstic y Agné, Agné y Nàstic.

El inicio de su segundo año al frente de la nave grana no está siendo sencillo. El equipo ha comenzado con un bagaje de resultados tan pobre como inesperado. Porque la plantilla ha mantenido la base del año pasado y ha traído piezas de nivel que estaban llamadas a darle un salto de calidad. Por eso, el técnico de Mequinenza decidió virar su filosofía de juego para adaptarse a unas nuevas figuras que él mismo había solicitado.

El Nàstic 2.0 pretendía ser un equipo más ofensivo, con una propuesta de juego más arropada en la asociación y al que no le importaba exponerse más en defensa. Todo quedó en papel mojado cuando en las tres primeras jornadas no se conoció la victoria. En Calahorra se regresó a la esencia del año pasado y frente al Amorebieta se constató. El conjunto grana volvió a ser aquel equipo rocos, que asumía pocos riesgos y que se sentía cómodo en el contexto de la intrascendencia.

La derrota de la semana en Eldense dolió y mucho. Porque el conjunto grana vencía por 0-1 en el minuto 87 de partido e incluso gozó de un palo para poner el 0-2 y sellar lo que hubiese supuesto el segundo triunfo seguido de la temporada. Sin embargo, en la recta final entró el miedo y el conjunto local lo aprovechó para darle la vuelta al marcador. Al Nàstic del año pasado era prácticamente imposible hacerle un gol, al de este curso apenas bastaban cinco minutos para golpearle dos veces de manera consecutiva.

Por eso la derrota en tierras alicantinas fue tan dolorosa. Porque dio la sensación de que ese Nàstic del pasado ya no existe y el que se pretendía que en el presente y en el futuro marcara diferencias y diese un paso adelante no lo ha dado. Por lo tanto, ahora mismo el conjunto grana está en tierra de nadie. Más cerca de la pelea por el descenso que de las primeras plazas y con la obligación de ganar al Real Murcia para evitar decisiones tan firmes como dolorosas.

Desde la entidad tarraconense tienen claro que hoy solo vale ganar. Todo lo que no sea eso no es suficiente porque el tiempo pasa y la clasificación va abriendo brecha. En otras palabras, todo lo que no sea un triunfo ante el Murcia provocaría salvo sorpresa la destitución de Raül Agné como entrenador del Nàstic.

Para el partido, el técnico de Mequinenza volverá a apostar por el 4-4-2. La portería será para Manu García y parece que en la defensa no habrá novedades. Tirlea y Quintanilla en el perfil derecho y Josema y Joan Oriol en el perfil zurdo. El central madrileño fue de los mejores frente al Eldense y si a eso se le suma su buena actuación frente al Amorebieta se puede decir que ha adelantado por la derecha a Marc Trilles.

En el doble pivote parece que la presencia de Montes está asegurada, pero hay más dudas con su acompañante. Gorostidi volvió a fracasar en su rol de titular y Montalvo y Pedro Del Campo son las dos opciones que ganan enteros. El primero ha desaparecido del once inicial en las últimas fechas, mientras que el segundo jugó más de mediapunta frente al Eldense, pero terminó jugando en la base de la jugada ques en la zona del juego en la que se siente más cómodo.

La banda derecha será para Robert Simón y en la izquierda existe también la opción de Pedro Del Campo, aunque Bonilla, Escudero y Rey son otras alternativas que apuntan a tener más opciones. La zurda del soriano suele agarrar puntos y Raül Agné los necesita más que nunca.

Arriba está la novedad de Andrei Lupu que tras entrenar esta semana con el grupo regresa a la lista y podría tener sus primeros minutos en la temporada después de sufrir una doble fractura de mandíbula en la pretemporada que le ha tenido un par de meses en el dique seco. Así pues, Guillermo Fernández y Pablo Fernández apuntan a ser los elegidos en la dupla ofensiva. El asturiano se estrenó ante el Eldense y quiere prolongar su racha goleadora. Agné lo necesita. Se la juega.