Una de las reclamaciones recurrentes de la ciudadanía que vive en las urbanizaciones de Cambrils es la falta de mantenimiento y el mal estado general de sus calles. En muchos casos, se trata de urbanizaciones desarrolladas hace décadas por un promotor privado y que nunca se han llegado a recepcionar formalmente por parte del Ayuntamiento, lo que provoca que se encuentren en una especie de limbo urbanístico. Ahora, el Ayuntamiento ha elaborado un protocolo de actuación para recepcionar aquellas urbanizaciones que lo soliciten e integrarlas así como un barrio más de la ciudad.
Para ello, deberán cumplir con una serie de requisitos, entre ellos disponer de una entidad representativa de los vecinos. Así, las urbanizaciones que quieran ser recepcionadas deberán solicitarlo formalmente e incluir en su petición una diagnosis del estado actual de la urbanización. En este sentido, el protocolo establece que «si se da el caso de servicios recepcionables gravemente dañados, el Ayuntamiento podrá requerir previamente su reparación».
A cambio, la administración local se compromete a gestionar estos espacios como en el resto de barrios de Cambrils y ejercer sus competencias en materia de servicios municipales como el mantenimiento de la red de agua y alcantarillado, alumbrado, reparación y limpieza de calles y labores de jardinería. Además, el Ayuntamiento se compromete, «en la medida de sus posibilidades» a impulsar proyectos y actuaciones de mejora que se puedan pactar con los representantes del barrio, a sufragar en parte por el vecindario mediante contribuciones especiales.
‘Es un agravio comparativo’
Hay algunas urbanizaciones que llevan muchos años reclamando que el consistorio se haga cargo. Algunas construidas hace más de 60 años, como es el caso de Vilafortuny Platja, que incluso ha llevado el tema a los juzgados. «En este tiempo ha habido una recepción tácita por parte del Ayuntamiento y exigimos que se haga efectiva formalmente. Nos cobran los vados, deciden las plazas donde se puede aparcar y donde no, pagan el alumbrado público, aunque no el mantenimiento de las farolas... Es un agravio comparativo que llevamos arrastrando muchos años» lamenta Jaume Ferrús, presidente de la Comunidad de Propietarios de Vilafortuny Platja. «Con el compromiso no es suficiente. Nosotros pagamos nuestros impuestos y el Ayuntamiento se debe hacer cargo de estas calles».
Solo en esta urbanización, que se encuentra en el ámbito de la avenida Diputació entre la antigua vía y la playa, viven 720 personas, 130 en casas unifamiliares y el resto en apartamentos. Para conseguir que se recepcione la urbanización, los vecinos ya han puesto en marcha las obras de renovación de la red de aguas pluviales para acabar con los graves problemas de fugas que sufre la zona, uno de los requisitos que puso encima de la mesa el consistorio. Hace unos años, el Ayuntamiento encargó un proyecto de rehabilitación para mejorar una veintena de calles de la urbanización. Un proyecto que se debía financiar mediante contribuciones especiales, pero que los vecinos critican que se haya guardado en un cajón.
En Cambrils todavía quedan una quincena de urbanizaciones pendientes de recepcionar por parte del Ayuntamiento. La mayoría se encuentran en la zona de Llevant y de Ponent y casi todas en el ámbito litoral. Aunque el consistorio asume su limpieza viaria y la recogida de basuras, no disponen de todos los servicios.
