Somos el país líder... en hombres calvos

Recuerdo que, cuando era pequeño, un tío mío que tenía la cabeza tan reluciente como una bombilla respondía a nuestras bromas con el argumento irrefutable de que él no conocía a ningún burro que fuera calvo. Y, desde luego, el no tenía ni un pelo de tonto, aunque tampoco tenía un pelo de listo; simplemente, ni tenía ni un pelo. Desde aquella su óptica, habría que concluir que España es un país de hombres listos, pues estamos a la cabeza –y perdónenme el chiste– en lo que a calvos se refiere en todo el mundo. Así lo asegura un informe realizado por Medihair que señala que entre la población masculina un 44,5% es calva, seguida de cerca por Italia (44,37%), Francia (44,25%), Estados Unidos (42,68%) y Alemania (41,51%). Entre las causas que provocan la alopecia están la genética y la hormonal, aunque también se puede dar por una dieta carente de nutrientes esenciales, problemas de tiroides, déficit de hierro, infecciones, estrés, anemia o un exceso de cosméticos. Justo hablaba de este tema hace unos días con una amiga peluquera, alarmada por la cantidad de jóvenes calvos, lo que la hacía temer por el futuro de su profesión. No es la única asustada; la salud capilar se está convirtiendo cada vez más en una preocupación importante entre la población, como demuestra otro reciente estudio que apunta que casi el 20% de los ciudadanos ven en la alopecia un problema. Esta situación ha provocado que las clínicas de injertos capilares se hayan multiplicado en todo el mundo. Según datos de 2021 de Medihair, aproximadamente unos 3,4 millones de personas en el planeta se hicieron algún tipo de trasplante capilar. No sé si eso les convertirá en más tontos, pero al menos mi amiga peluquera ha respirado con cierto alivio.