A finales de noviembre, Salou organizó unas jornadas nacionales de guías caninos donde policías locales de diferentes puntos de España compartieron durante unos días experiencias y conocimientos sobre la detección de drogas. Para ello, la formación de los agentes y el adiestramiento de los perros fue uno de los temas que se debatió en aquellos días.
En la provincia de Tarragona hay un único representante del sistema llamado marcaje lapa, un método en el cual el perro identifica con su hocico la droga y una vez localizada, se queda inmóvil señalizando a su amo donde se encuentra. Su nombre es Alberto Miranda, un agente de 38 años que trabaja desde hace 12 en la Policía Local de Salou. Su pasión por los perros le llevó en 2017, junto a su compañero de patrulla Víctor Molleda (actualmente sargento), ha proponer la creación de una unidad canina que pudiera combatir los trapicheos de droga en las zonas turísticas, playas o inmediaciones de los centros escolares de la ciudad.
La idea fue admitida y tanto Miranda como Molleda buscaron una formación específica para poder activar esta nueva área en la Policía Local. «En Catalunya no encontramos formación para policías locales a nivel público y realizamos unos cursos de guías caninos dentro del ámbito privado. Aquello fue el primer paso para poner en marcha la unidad, que se estrenó en verano de 2018», explica el agente. Actualmente, esta área policial está formada por el sargento Víctor Molleda y los agentes Adolfo Lleixà, Salvador Aparicio, Diego Mora y el propio Alberto Miranda.
La unidad canina de la Policía Local tiene un solo perro en propiedad y utiliza a otros canes para llevar a cabo estas vigilancias de los trapicheos. Este perro se llama Lino y es un pastor belga que vivía en una perrera de Algeciras. «Hice un curso en aquella ciudad para ampliar mis conocimientos de guía canino y en las sesiones conocí al instructor Miguel Moreno. Él fue el que me recomendó a Lino, ya que él veía en este ejemplar mucho potencial», explica el agente salouense.
Trabajo, paciencia y exigencia
Alberto Miranda se desplazó a Algeciras. Llevaba un tiempo buscando a un perro, pero sin decidirse. La recomendación de Miguel Moreno decantó la balanza. El agente de la Policía Local de Salou se desplazó a la ciudad gaditana y allí fue a ver al ejemplar. Se lo quedó. A partir de entonces empezaba el trabajo para que Lino se convirtiera en un perro ideal para detectar drogas.
Una vez adoptado, primero se adiestró al ejemplar para que se familiarizara con su nueva vida al lado de Alberto Miranda, su familia y la Policía Local. Seguidamente, se le amplió la formación con las técnicas del marcaje lapa: identificación de las drogas (seis de las variedades que más se venden en la calle), localización de las sustancias y la postura que debía hacer una vez encontrada.
Con Lino ya operativo, éste entró en la Policía Local y empezó a desenmascarar a ‘camellos’ o consumidores de drogas que localizaba por las calles. «La patrulla que sale está formada por dos agentes y el perro. Salimos a la calle y Lino va a su aire. Cuando olfatea alguna de las drogas que ya reconoce por su entrenamiento, se queda parado. Y entonces, actuamos nosotros», explica Miranda.
La ayuda de este pastor belga ha permitido localizar a varias personas en la calle con posesión de sustancias ilegales. En algunos casos, se levantaba acta por posesión de drogas, en otras se ha ampliado el delito con la posible venta de las sustancias. «Nuestra función es prevenir, pero sin dejar impune un delito contra la salud pública», explica el policía.
El trabajo de Lino se lleva a cabo todo el año. En verano, las zonas turísticas son las calles y plazas más frecuentadas por la unidad canina y en los meses de otoño e invierno, la prevención se lleva a cabo en las inmediaciones de los centros educativos.
«Estos últimos meses hemos detectado un incremento de drogas en la calle. Los botellones del verano han sido un lugar donde detectamos drogas y hemos decomisado diferentes sustancias encontradas en portales, maceteros o buzones... lugares donde los que venden droga las esconden cuando ven a Lino cerca de ellos», explica el agente.
La mayoría de veces, la cantidad de droga localizada no es suficiente para proceder a arrestar al camello. En este caso, se levanta acta, se identifica a la persona y se confisca toda la droga.