Una pareja que sustrajo un móvil de un restaurante de L’Hospitalet de l’Infant se marchó del establecimiento sin pagar. Ahora, la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Tarragona ha ratificado la pena impuesta inicialmente por el Juzgado de lo Penal 1 de Reus: seis meses de prisión por un delito consumado de hurto y multa de 180 euros por un delito leve de estafa.
Además, tendrán indemnizar al propietario del restaurante con 1.084 euros en concepto del valor del móvil y de la consumición. Los procesados no se presentaron a su juicio.
Los acusados son de nacionalidad francesa. Sobre las tres y media de la tarde del 9 de febrero del año pasado se dirigieron a un restaurante de la localidad. Después de haber comido y bebido en la terraza del establecimiento, la acusada se dirigió al atril de recepción –que estaba al lado de la puerta de acceso al restaurante– y se apoderó de un teléfono Samsung, propiedad del dueño del local.
Seguidamente, la mujer volvió a la mesa donde se hallaba el acusado, al que le entregó el botín para que lo guardara. Seguidamente, ambos se marcharon del local.
En el recurso de apelación, los acusados apuntaban que uno de los testigos no vio nada y el otro le parecía haber visto. Además, indicaban que no se acreditó que allí estuviera el teléfono ya que no se aportó factura.
Los magistrados de la Audiencia, en la sentencia, dan veracidad a la declaración del dueño del restaurante y de un trabajador respecto a la presencia del móvil: «Resulta lógico que en todo negocio se disponga de un teléfono móvil, donde el mismo Sr. (...) explicó que tenía datos y contactos de la empresa».
Y el móvil estaba en el atril y dejó de estarlo después de que pasara por delante la acusada. Y además, un trabajador vio que esta se lo entregaba al procesado.
