La vida de Ramon Torra cambió por completo cuando recibió la propuesta para incorporarse como dinamizador de la Lliga Catalana de pádel en Tarragona. Han pasado ya once años, pero recuerda con especial cariño el momento en que los responsables federativos de entonces en la demarcación, Albert Olivé, Vicente Salmerón y Gerard Jover, le comunicaron que habían pensado en él para ese cargo.
Los tres y el presidente de la Catalana, Cristóbal Malet, vieron en Torra (Bellmunt de Segarra, 70 años) no solo a un auténtico enamorado del pádel, el deporte al que tanto se había enganchado unos años atrás en el Tennis Park junto con sus amigos, sino también el perfil perfecto para desarrollar esa función por su don de gentes, carácter afable y tono siempre conciliador.
Tal era su devoción que basta decir que programaba fines de semana de relax con la familia en las ciudades donde se jugaba el Pro Tour, el circuito mundial de aquella época, para hacer turismo y al mismo tiempo poder ver en acción a las grandes estrellas de este deporte. «Nos íbamos a Santander, hasta Zaragoza, a Madrid... muchos de los jugadores se quedaban sorprendidos de que casi cada día de la semana me pasara en algún momento por el pabellón para verles jugar», asegura.
El Protour de 2011
De aquellas experiencias nació una buena amistad con Bebe Auguste, y la posibilidad de traer hasta Tarragona el Pro Tour. «Puede decirse que fui quien dio los primeros pasos», afirma. Una opción que se hizo realidad en 2011, con el desembarco en la ciudad del torneo para profesionales. Ramon Torra formó parte de aquel equipo de trabajo junto con Agustí Mallol, Xavi Pueyo y Gerard Monserrat, entre muchos otros.
Con ese bagaje y experiencia Ramon apenas se lo pensó cuando unos meses después la Federació Catalana le hizo su ofrecimiento. Su empleo como operario en la planta de Repsol en la Pobla de Mafumet le dejaba margen suficiente para vincularse a esas tareas organizativas durante su tiempo libre.
«Recuerdo que en aquella época jugaban la Lliga Catalana unos 15 equipos. Al año siguiente de empezar yo en la coordinación esa cifra aumentó hasta los 34; 12 meses después ya eran 50; 80 al año siguiente...», explica.
El crecimiento ha sido tan continuado que ahora mismo son ya 300 los equipos que compiten. «Tenemos unos 50 clubs en el territorio; pero siguen constituyéndose nuevas entidades, ahora en localidades más pequeñas que instalan pistas municipales y cuyos usuarios acaban organizándose en equipo», explica Torra, que cita en ese sentido municipios como Puigpelat, Vallmoll, Catllar, La Selva, Alcover...
«Nadie esperaba este boom del pádel», añade Ramon respecto al número de adeptos y pistas actuales. Son ya casi las 4.000 licencias federativas en la provincia de Tarragona (es la segunda demarcación catalana con mayor número).
Son ya casi las 4.000 licencias federativas en la provincia de Tarragona
Torra, que igualmente desempeñó esas mismas funciones de coordinador de la Lliga en las comarcas de Lleida, ha sido durante muchísimos años también juez árbitro de los torneos federados, en especial los de máximo rango como los Super Gran Slam, Gran Slam y demás que se han celebrado en los clubs de Tarragona, lo que le permite conocer a cualquier jugador/a que en alguna ocasión se haya vestido de corto en pruebas de la Catalana.
Desde hace unos meses, sin embargo, ha dejado de lado las funciones de juez árbitro que, entre otros, tienen como relevo a su hijo Adrià.
Ramon está centrado ahora en su nuevo rol, el de Delegat Territorial que le ha encomendado el actual presidente de la Federació Catalana de Pàdel, Felip Ródenas. «Mi idea era que éste fuese mi último año, pero Ródenas quiere que siga como mínimo otros tres, hasta el final de su mandato», asegura Torra, quien admite que «el pádel me da muchísima vida. Me encanta visitar a los clubs, ayudarles a escoger el torneo que organizarán, conocer sus necesidades y resolver dudas».
Torra ha tenido también a sus propios ídolos como jugadores: cita a Fernando Belasteguín y Juan Martín Díaz, de entre los profesionales; a Enric Sanmartí, del circuito catalán; y a Xavi Pueyo, en Tarragona. Y por supuesto a las jóvenes estrellas que ha visto crecer en casa, la consolidada Ari Sánchez y una figura en ciernes que apunta al profesionalismo, Alvaro Montiel.
