Hablar de Guillem Segú y Sandro Portune es hacerlo de dos de las mayores perlas del windsurf nacional. En realidad, cada vez andan más cerca de dejar de ser catalogados como promesas porque su rendimiento muestra tantas certezas que cada vez son realidades más firmes.
Ambos compiten para el Club Nàutic Salou, esa entidad que les ofrece todas las garantías para progresar sin contratiempos.
Segú y Portune compiten en la modalidad de iQFoil. Se trata de una clase de embarcación a vela, de la modalidad de windsurf, que será clase olímpica a partir de los Juegos Olímpicos de París 2024 de este verano, cuando sustituirá a la clase RS:X. Ambos apuntan a ser referencias a nivel absoluto en esta modalidad, aunque el camino es largo.
Segú atiende al Diari tras conseguir recientemente uno de los mayores éxitos de su prometedora carrera deportiva, ya que ha logrado la tercera plaza en la Copa de España de IQfoil, una competición en la que estuvieron presentes 42 regatistas de nivel internacional.
Para llegar a alcanzar este gran nivel ha tenido que trabajar duro durante muchos años, aunque todavía recuerda con nostalgia como se enamoró del Windsurf: «Empecé a hacer Windsurf desde pequeño en el Reus Club de Mar con tan sólo 9 años.
En esa edad, compaginaba el Windsurf con el fútbol que hacía como extraescolar, pero finalmente a los 11 años me decanté por practicar más seriamente este deporte que tanto practico y quiero. La razón por la que lo practico es porque mi padre lo practicaba junto a otros usuarios del club donde me inicié».
Segú es un enamorado de la cultura del esfuerzo y así lo deja claro porque combinar estudios con entrenamientos no resulta nada sencillo: «Mi día a día combinando el deporte de alto rendimiento con los estudios es bastante complejo.
A lo largo del tiempo he tenido diferentes fases de aprendizaje, como todo el mundo, y en cada una de ellas me he organizado de forma diferente ya que el nivel deportivo y académico cambiaban».
Segú ha conseguido recientemente la tercera plaza en la Copa de España absoluta
La etiqueta de promesa que recibe Segú la naturaliza, pero admite que ese rol se lo ha ganado: «Nadie nace con una etiqueta sino que es el esfuerzo, pasión y dedicación que cada uno destina lo que le gusta. En mi caso, yo amo lo que hago y agradezco muchísimo a todo el equipo deportivo, compañeros de equipo, amigos y familia que me ayuda en este camino».
Sobre la posibilidad de acudir a los JJOO en un futuro, el regatista lo tiene claro: «Ir a los Juego Olímpicos, es una gran cita, pero creo que una temporada con buenos resultados puede llegar a ser más satisfactorio que una medalla. En los juegos te juegas una medalla en tan sólo 7 días de competición».
Y concluye con la siguiente reflexión: ¿Ir a los juegos olímpicos es mi máxima aspiración? Sí, pero no la mayor aspiración que quiero alcanzar».
Portune es otra de las grandes perlas del Club Nàutic Salou, pero gestiona con tranquilidad esos focos: «Estoy orgulloso de ser considerado así y eso me da motivación, más que presión».
De hecho, el deportista va más allá y deja claro que su ambición es total: «Quiero dejar de ser una promesa para convertirme en una realidad. Quiero ganar el campeonato de España y clasificarme al Mundial». Palabras firmes de un talento que ya ha sido campeón de Catalunya juvenil, tercero en la Copa de España Juvenil y sexto en el Mundial Juvenil.
Para Portune el windsurf es un estilo de vida que hizo que hace muchos años se centrara en él, dejando de lado el fútbol, al igual que Segú: «Yo jugaba al fútbol, pero en verano mi madre me apuntó a los cursos de vela y descubrí el windsurf que me terminó encantando porque te da libertad, adrenalina y te permite entrenar en la naturaleza y todo eso lo hace único».
A sus 16 años estudia primero de Bachillerato, algo que el obliga a combinar deporte y estudios en un duro ejercicio diario: «Es cierto que es muy complicado combinar ambas cosas, pero siempre intento encontrar un hueco para estudiar».
Sin embargo, eso no resulta sencillo porque su rutina diaria de entrenamientos impone: «Cada día entreno un par de veces. Antes y después de ir al colegio».
Segú y Portune son dos talentos de futuro, pero ya de presente. Ambos sueñan con la gloria en el deporte que les atrapó siendo niños. En el Windsurf se sienten libres y eso ya vale más que una medalla.
