Hacienda recauda un 40% más por el impuesto de matriculación pese a venderse menos coches

La subida de precios y los cambios introducidos en este tributo cedido a las autonomías elevaron los ingresos a 649 millones de euros en 2022

24 enero 2023 19:17 | Actualizado a 24 enero 2023 19:22
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No son tiempos fáciles para la industria del motor. Las ventas de vehículos cayeron a plomo durante el pasado año, rompiendo incluso las previsiones más pesimistas del mercado y alcanzando su nivel más bajo de prácticamente la última década. Un complejo escenario que Hacienda logró esquivar disparando en un 38,7% sus ingresos por el impuesto de matriculación.

En concreto, la recaudación por este gravamen -que recoge la Agencia Tributaria, pero que luego va a parar a las comunidades autónomas- alcanzó los 649 millones de euros en 2022, frente a los 467,93 millones del año anterior. Es decir, se ingresó más pese a que se vendieron menos coches. En total, el fisco contabilizó el pasado año 873.021 vehículos; 25.851 menos que en 2021, cuando se registraron 898.872 unidades.

Según los datos publicados el martes por la Agencia Tributaria -que el organismo detallará en febrero- la cuota media a ingresar por vehículo fue de 744 euros, casi 225 euros más que en 2021.

Uno de los motivos que hay detrás de esta mayor aportación del gravamen a las arcas públicas hay que buscarlo en las modificaciones del tributo que tendrían que haber entrado en vigor en 2021 pero que, finalmente, se retrasaron hasta 2022. Estos cambios implicaron la puesta en marcha de una nueva normativa de homologación de vehículos, conocida como WLTP, mucho más exigente en términos de emisiones. Bajo esta nueva fórmula, algunos coches que antes no tenían que pagar el impuesto pasaron a hacerlo. Y otros tantos que antes entraban en tramos inferiores, saltaron de escalón y han tenido que pagar más.

Coches más caros

Las principales patronales del sector añaden que, aunque se han vendido menos coches, buena parte de los ciudadanos que mantuvieron su decisión de compra lo hicieron para adquirir vehículos con mejores dotaciones tecnológicas y de equipamiento que, en términos generales, implican que sean más caros. La propia subida de precios en los concesionarios fue otro factor determinante para engordar los ingresos del Estado, en pleno traslado al consumidor final del alza de costes que los fabricantes siguen sufriendo por la inflación y la crisis de semiconductores.

Según las estadísticas, el precio medio (incluido el impuesto) que abonaron los consumidores españoles para comprar su coche en 2022 fue de 22.176 euros, lo que representa un crecimiento del 8,3% en la comparativa con el ejercicio anterior. En diciembre, el precio medio abonado por la compra de un vehículo fue de 23.443 euros, un 10,6% de crecimiento si se compara con el último mes del año previo (20.472 euros).

«El año pasado, el mercado no ha podido cambiar su tendencia negativa debido sobre todo a los persistentes cuellos de botella en el aprovisionamiento de vehículos, lo que ha condicionado mucho la actividad de los concesionarios. Además, la subida en el precio de los combustibles y de los propios vehículos han sido circunstancias que han influido negativamente», indicaba recientemente Raúl Morales, desde Faconauto.

Este mismo martes, La Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC) presentó su nueva hoja de ruta 2023-2025, solicitando al Gobierno mejoras en las ayudas públicas a la compra de vehículos electrificados en España y también modificaciones fiscales para favorecer las ventas de este tipo de modelos a través de cambios en el IVA, el impuesto de sociedades o en el IRPF. Hay que recordar, además, que os vehículos eléctricos pagan impuesto de matriculación.

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