Compartir y trabajar sin sede fija desde Falset

Tras algo más de seis meses en activo, el espacio de cotrabajo municipal acoge 10 usuarios

07 octubre 2022 21:11 | Actualizado a 08 octubre 2022 11:00
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El espacio municipal de cotrabajo de Falset, tras haber cumplido holgadamente sus seis primeros meses en marcha, sigue sumando emprendedores que buscan sede temporalmente para trabajar. «Hacemos un balance positivo por el momento, al principio abrimos de forma provisional con reglamento aprobado, para albergar principalmente a empresas emergentes y, sobre todo, a gente joven, y hemos visto que el perfil acogido últimamente ha sido uno más asentado, algo que también celebramos», expresa el concejal de Comerç en el Ayuntamiento de Falset, Robert Coll.

Este cambio de perfil ha implicado que hayan tenido que adaptar el reglamento, «algo que no contemplábamos, pero nuestro objetivo es responder a una necesidad y es lo que estamos haciendo». La mayoría de gente que se encuentra en el coworking está empadronada en Falset, pero también «tenemos gente de Capçanes, por ejemplo», comenta el concejal.

El teletrabajo se ha impuesto en las ciudades, pero «también en los pueblos» y la llegada de la pandemia ha ejercido de «catalizador; a día de hoy, recibimos solicitudes de forma constante, tenemos una demanda continua y 10 usuarios, es decir, estamos al 100% de ocupación», apunta.

El coworking (el término en inglés de cotrabajo), remarca Coll, por otro lado, tiene «lista de espera de tres personas [al menos hasta el momento de la entrevista]» y se plantean ampliar el espacio y redistribuirlo para hacer sitio a tres o cuatro personas más.

Teletrabajo y conciliación

Uno de los coworkers es Xavier Arola, quien está al frente de dos negocios, uno es KinEtiX Impact y por otro lado un proyecto editorial. Decidió teletrabajar por un tiempo desde Falset para así tener la oportunidad de empezar, también, un proyecto personal. Desplazarse hacia el municipio del Priorat le ha ofrecido, como dice él, la oportunidad de «poder conciliar».

Arola vive en Barcelona, pero cuenta con una casa de campo en Falset que ahora mismo rehabilita. «Para aprovechar el tiempo, trabajo desde aquí y siempre es mejor en un entorno concebido para el trabajo, preparado para poder hacer reuniones virtuales y si quieres tener una conexión tecnológica estable; al enterarme de que esto era posible en el espacio de cotrabajo de Falset, me organicé y me apunté», resume. Todos los preparativos, añade, «fueron rápidos». Acudió a la biblioteca del municipio y de allí contactaron con el Ayuntamiento. «El espacio está muy bien concebido y además se trata de una casa rehabilitada», distingue.

El intercambio de proyectos es un aliciente que el emprendedor remarca como importante: «Pueden surgir proyectos o colaboraciones y a nivel social es un espacio en el que compartes problemáticas del sector, pudiendo incluso encontrar la solución con la persona que se sienta en la mesa contigua», completa.

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