El Tomb de Reus trabaja para impulsar un APEU en el centro de la ciudad

La entidad busca apoyos para crear un área de promoción económica urbana. El Ayuntamiento defiende este modelo mientras que algunos expertos alertan que podría suponer una «privatización del espacio público»

24 marzo 2021 06:30 | Actualizado a 24 marzo 2021 06:37
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La entidad comercial del Tomb de Reus tiene muchos proyectos sobre la mesa, entre ellos, impulsar la primera Àrea de Promoció Econòmica Urbana (APEU) en Reus. Las APEU son zonas delimitadas en qué una entidad privada sin ánimo de lucro gestiona la promoción de la actividad empresarial y se financia a través de las cuotas de carácter obligatorio que deben pagar todos negocios de la zona. Se trata de un modelo de gestión público-privada que debe contar con el apoyo del Ayuntamiento a través de un convenio de colaboración.

El Ayuntamiento defiende este modelo, mientras que algunos expertos alertan de qué podría suponer una «privatización del espacio público».

Precisamente, este modelo de gestión se quiere implementar en el centro de Reus, conocido también como el Tomb de Reus (ver mapa). El presidente del Tomb de Reus, Jacint Pallejà, explica que las APEU son una forma de dinamizar e impulsar el comercio de la ciudad: «Hemos heredado un centro comercial que hicieron nuestros abuelos y tenemos que ponerlo al día para transmitirlo a nuestros hijos».

Según la Ley que regula los APEU en Catalunya, que fue aprobada en el Parlament el pasado 22 de diciembre, una de las principales funciones de este modelo es impulsar la activación urbana, turística, comercial e industrial. La entidad gestora del APEU se encargaría de la organización de eventos y promoción de la zona, la captación de inversiones o la mejora de la limpieza, la iluminación o la seguridad. El documento detalla que, en ningún caso, las funciones de la entidad gestora podrán sustituir los servicios municipales que presta el Ayuntamiento y no podrán ejercer potestades públicas que impliquen el ejercicio de autoridad.

Pallejà expone que quieren buscar el máximo consenso para hacer realidad el proyecto de la APEU en el centro de la ciudad. «Queremos que en la nueva entidad, no solamente haya miembros del Tomb de Reus, sino también de otras entidades comerciales y queremos involucrar parte del tejido cultural, social y vecinal», dice Pallejà.

Ahora desde el Tomb de Reus trabajan en la elaboración de un borrador del proyecto para poderlo presentar a cada una de las calles del centro de Reus para que puedan decidir si quieren integrarse en el APEU.

«No será fácil, pero tenemos que ser optimistas. Si en todo el mundo hay más de 2.500 que funcionan, ¿por qué no el nuestro?», dice Pallejà que recuerda que donde se aplica este modelo incrementa el atractivo de la zona, las ventas, la limpieza o la seguridad.

Para poner en marcha un APEU es necesario presentar un proyecto al Ayuntamiento que deberá ser aprobado de forma inicial en un plazo de dos meses. Posteriormente, se someterá a información pública durante un mes y se podrán presentar alegaciones al respecto.

El proyecto de un APEU debe estar vigente un mínimo de 3 años y un máximo de 5. En este sentido, Pallejà considera que se podría hacer una primera prueba para ver si funciona ya que no es un proyecto a largo plazo.

Para la aprobación definitiva, el proyecto debe someterse a votación de como mínimo el 50% de los locales y establecimientos incluidos en el ámbito del APEU y debe contar con la mayoría absoluta de votos.

Desde la Unió de Botiguers de Reus (UBR) señalan que para impulsar un APEU primero ambas entidades tendrían que llegar a un acuerdo. La presidenta de la UBR, Meritxell Barberà, pone de manifiesto que «no podemos decir si estamos a favor o en contra de un proyecto que no conocemos», y defiende que en primer lugar, se tendría que hablar del proyecto y concretarlo: «Qué queremos hacer? ¿Por qué?».

Barberà es consciente que cuando se hacen acciones desde las entidades comerciales «siempre colaboran unos cuantos y se beneficia todo el mundo», y señala que es un tema que se debería solucionar. Aún así, considera que la aprobación de la Ley de las APEU «llega en un momento complicado para el sector y añadir otro impuesto, no ayudaría demasiado». Las APEU también generan dudas a la UBR ya que tan solo se plantean en unas calles o zonas de la ciudad y el resto de comercios no se podrían beneficiar de las acciones que se realizaran.

Desde el Ayuntamiento defienden el modelo de las APEU. El concejal de Empresa i Ocupació, Carles Prats, las entiende como «un proyecto colaborativo público-privado y tiene que ser de consenso y en beneficio de los sectores pero que también debe encajar con los proyectos del Ayuntamiento (PAM)».

Desde la concejalía están esperando un estudio externo sobre las posibles zonas o ejes de la ciudad que podrían ser un APEU. Y están estudiando con otras concejalías las posibles modificaciones de normativas y ordenanzas que serían necesarias.

«Hay que tener en cuenta que para desarrollar las APEU tiene que haber un acuerdo entre asociaciones comerciales», dice Prats, que recuerda que el impulso de las APEU se encuentran en una fase inicial y también será necesario hacer una valoración sobre posibles partidas presupuestarias.

Por su parte, la concejala de Promoció de Ciutat, Montserrat Caelles, expone está a favor de las APEU y asegura que hace años que desde esta concejalía colaboramos con la Generalitat para hacer posible esta herramienta tan reivindicada para el sector comercial catalán y que «permitirá que el sector pueda impulsar proyectos competitivos para dinamizar áreas comerciales ubicada en el espacio público (...) lo vemos como una oportunidad para la ciudad y por ello acompañaremos los proyectos que se nos presenten, trabajando de forma conjunta con los agentes implicados».

Josep Maria Arauzo Carod, catedrático de Economia de la URV, considera que el modelo de las APEU puede ser una fórmula interesante y positiva para que los comercios de una zona «trabajen de forma coordinada y más profesional la promoción». Aún así, alerta de que el modelo puede suponer «una privatización del espacio público que genere un problema de gobernanza».

Por otro lado, Arauzo considera que la obligatoriedad de que todos los negocios de la zona paguen una cuota, puede generar un incremento en el precio de los alquileres de los locales, así como también unos costes de producción más elevados. En este sentido, expone que hay el «peligro» de pagar dos veces por los mismos servicios como por ejemplo por la limpieza o la seguridad y plantea que no se dupliquen las tareas que se llevan a cabo desde el área de promoción económica del Ayuntamiento.

La CUP se posicionó en contra de las APEU porque consideran que el Ayuntamiento perdería el control público y los comercios deberían pagar dos veces por el mismo servicio: los impuestos y la tasa del APEU. La formación anticapitalista recordó que las APEU podría encarecer los precios de los alquileres y viviendas.

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