La nueva contrata de basuras de Reus mejora el reciclaje pero el incivismo se cronifica

La gestión de Reus Net cumple un año. La orgánica se separa un 58% más. La flota, aún pendiente de la llegada de cinco vehículos. En los Pressupostos Participatius, dos iniciativas piden cámaras en los contenedores

30 octubre 2022 18:28 | Actualizado a 31 octubre 2022 07:00
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La contrata de recogida de basuras y limpieza de las calles Reus Net, que se estrenó en octubre de 2021 tras más de medio siglo de FCC al frente de estas labores, acaba de cumplir su primer año en marcha. La unión temporal de empresas (UTE) formada por Valoriza Servicios Medioambientales SA y José Antonio Romero Polo SAU se hizo cargo del servicio, al desenlace de un convulso proceso de adjudicación, por 106.424.359,20 euros y para una década. Coincidiendo con el relevo, fuentes municipales consultadas al respecto concretan al Diari que «Reus sigue incrementando sus índices de recogida selectiva con una mejora muy significativa de los datos desde el despliegue de contenedores nuevos y el aumento de islas en toda la ciudad», aunque el incivismo vinculado a los desechos sigue presente.

En detalle, y según precisan las mismas fuentes, «comparando los datos del período de marzo a septiembre de 2022 con el mismo de 2021, el progreso más relevante es el de la fracción orgánica, con un crecimiento del 56%». También se ha registrado una subida del 18% en los envases, del 12% en el papel y cartón y del 9% en el vidrio.

La instalación de los actuales depósitos de basuras en las calles culminó en la segunda quincena de abril de 2022 y «la tendencia positiva se consolida desde entonces, fruto de la mayor disponibilidad y accesibilidad de los contenedores y de tareas de educación y difusión a través de campañas como Reus, recicla bé». El Ayuntamiento destaca que también ha influido en esto la acción de informadores medioambientales o la entrega de kits de reciclaje a las familias.

Las continuas prórrogas de la gestión de FCC habían llevado a los contenedores, que acumulaban alrededor de 12 años de uso, al límite de sus posibilidades. Los había sin tapa, en estado muy precario, con el mecanismo averiado, perforados o derretidos. Y vecinos de varios barrios denunciaron que el gobierno había dejado de reemplazar los que ardían en episodios de quemas porque no tenía más. En abril, los 1.888 depósitos de Reus fueron sustituidos por 2.285 unidades –397 más que las que había– llamadas a ser más accesibles, modernas, ecológicas y silenciosas. Las baterías de superficie pasaron de 285 a 450 y todas incluyeron el completo de fracciones.

Plazas de parking y accesibilidad

El cambio supuso una inversión de hasta 1,98 millones de euros, con un coste aproximado de 870 euros por contenedor, y se acompañó de circuitos de pre-recogida y repasos de papeleras. No estuvo exento de quejas en algunos sectores. Y es que para instalar los depósitos en la calzada, el Ayuntamiento ocupó al menos 215 metros lineales adicionales en la vía pública y eliminó plazas de aparcamiento gratuito, de zona azul y carga y descarga. Los conductores reclamaron compensar el espacio perdido con disuasorios. Por otra parte, en las últimas semanas, Minusválidos Reus ha denunciado que las ubicaciones de algunas baterías impiden que las personas con movilidad reducida puedan usarlas con facilidad.

También en el ámbito de la basura, pero más recientemente, este octubre, Reus Net ha iniciado una prueba con islas emergentes en las plazas del Teatre, los Argenters y El Pallol. Se trata de remolques con contenedores portátiles para uso doméstico, que se ponen cada día en la calle a las 19h. y se retiran a las 23h. y que admiten orgánica, envases, papel y cartón, vidrio, resto, aceites vegetales y textil. Puede que más adelante incluyan recogida de pañales y pilas.

Su implantación ha comportado el desmantelamiento de la soterrada que utilizaban estas zonas. Y ha originado descontento en parte de los residentes de las tres plazas que, aunque valoran los beneficios del mecanismo, lamentan que los horarios para tirar la basura son limitados y las bocas de los depósitos, estrechas. Junto a estas baterías han comenzado a verse conductas incívicas, ya que algunas personas dejan las bolsas en el suelo para no esperar a la franja de 19h. a 23h. El objetivo del Ayuntamiento es aplicar las islas emergentes en todo el núcleo, donde avanza la desaparición de depósitos bajo tierra.

El contrato con Reus Net, el más grande de los que maneja el Ayuntamiento, contemplaba también la renovación de la flota de vehículos. El presupuesto para maquinaria es de 5,4 millones para la limpieza y 5,1 millones para la recogida de residuos. Cuando el proceso acabe, el parque estará formado por un turismo, 35 vehículos auxiliares, cinco furgonetas (todos estos eléctricos), 17 camiones de recogida (propulsados por gas natural), 19 barredoras (dos de eléctricas y dos de gas), cuatro hidrolimpiadoras, seis recolectores de carga lateral y 17 vehículos para riego. Su llegada se ha ido demorando y fuentes municipales indican que «se encuentra en la recta final con la recepción de casi todos los equipos salvo cinco, que se sumarán en breve y que son cuatro hidrolimpiadoras y una cisterna de limpieza».

Desechos fuera de los depósitos

Preguntado sobre el rumbo de la nueva contrata y de los contenedores de superficie que ahora utilizan los vecinos de Reus, el alcalde, Carles Pellicer, valora que «de momento están funcionando bien, más allá de cuestiones puntuales que se puedan producir». Pellicer recuerda, pese a todo, que «Reus es muy grande y hay mucho incivismo, y el incivismo hace que no podamos tener una ciudad 100% limpia aunque el 100% es difícil de lograr». Igualmente, y «con relación al conjunto del país, Reus es una ciudad bien valorada en aspectos de limpieza y los concejales Hipòlit Monseny y Daniel Rubio están haciendo un buen trabajo».

Y, ¿qué piensan los vecinos del servicio? El presidente de la Federació d’Associacions de Veïns de Reus (FAVR), Marcos Massó, explica que «hace poco tuvimos una reunión con el alcalde y él mismo nos dijo que aún faltaban algunos camiones y máquinas, pero los contenedores han cambiado mucho». Como Pellicer, Massó también subraya que «hay demasiado incivisimo, la gente deja la basura fuera del contenedor, deja todo tipo de voluminosos en plena calle y, si queremos tener una ciudad limpia, debemos aportar todos».

Sobre la contrata, «no hay quejas abrumadoras y tampoco es que funcione mucho mejor; hacen lo que pueden igual que la anterior», valora.

En cuanto al incivismo, el Ayuntamiento se había referido alguna vez a la posibilidad de emplear cámaras en la vigilancia de algunas islas. Justamente esta idea ha aparecido en la vigente convocatoria de los Pressupostos Participatius, donde Francesc Jané y Francisco Goya piden estos dispositivos «ante la cantidad de basura depositada fuera».

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