Piden 13 años y medio de prisión por agredir sexualmente a una menor en Tarragona en 2024

La madre de la víctima declara que el acusado le hizo tocamientos en un parking de camino en la escuela

26 mayo 2025 13:38 | Actualizado a 26 mayo 2025 19:47
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La Audiencia de Tarragona juzga este lunes a un hombre acusado de agredir sexualmente a una menor el 1 de febrero de 2024 en Tarragona. Fiscalía pide trece años y seis meses de prisión por un delito de agresión sexual a un menor de dieciséis años y una responsabilidad civil que sube a 50.000 euros para la víctima.

El padrastro y la madre del adolescente, entonces de trece años, han declarado que ella iba hacia la escuela cuando el investigado la persiguió hasta un parking donde le hizo tocamientos y le robó el móvil. Según los testigos, el hombre huyó cuando entró un vehículo al aparcamiento. La menor ha declarado a puerta cerrada con prueba preconstuida. El procesado se encuentra en prisión preventiva desde el 6 de febrero de 2024.

El acusado ha declarado que el 1 de febrero de 2024 se encontraba en su domicilio a las ocho de la mañana y que no salió a la calle hasta las once. En su intervención, la última de la jornada, ha asegurado que en los días previos a la presunta agresión sexual no se había acercado a la menor ni conocía a sus padres. “Soy inocente, soy una buena persona, nunca haría daño a nadie, y mucho menos a una niña. Me acusan de una filia sexual hacia una menor”, ha manifestado en su turno de última palabra.

El procesado ha contradicho la versión de los familiares de la víctima sobre cómo se produjo el reconocimiento. Según su relato, se encontraba paseando con su perra camino al supermercado cercano a su domicilio, en la zona de la Part Baixa de Tarragona, cuando se cruzó con los padres de la menor en la puerta del establecimiento. “Él le dijo a ella que bajara a la niña. Ella fue a buscarla y ya no sé si me hizo una foto a mí o a mi perra”, ha relatado. “La bajaron encapuchada —a la menor—, y a la una de la madrugada me envió la foto e inmediatamente me increpó, diciéndome: ‘¿Qué le has hecho a mi hija?’”, ha añadido.

Según el acusado, fue él mismo quien alertó a una patrulla de los Mossos d’Esquadra, y ha asegurado que fue detenido sin saber que existía una denuncia previa. “Estaba más nervioso que la otra parte. Les dije que no la había tocado”, ha declarado. Finalmente, ha afirmado que la menor se inventó los hechos y ha arremetido contra sus progenitores: “Al principio pensé que quizá lo que le ocurrió fue con otra persona, pero después de escucharlos, creo que son personas irresponsables y negligentes”.

“Nadie entiende su dolor”

Por su parte, la madre de la menor ha explicado que su hija comienza las clases a las 8:15 y que normalmente sale de casa hacia las 7:30 de la mañana. El día de los hechos, lo hizo más tarde porque cojeaba a causa de un esguince en el pie que se produjo jugando al baloncesto, además de ir con muletas. La testigo ha declarado que su hija le contó que, días antes, el acusado le había dicho que conocía a su madre y a su tía. “Cuando ella pasaba por la calle, él se le echó encima, la llevó al aparcamiento, empezó a tocarle el pelo, por debajo de las bragas, y le tiró el móvil”, ha narrado la madre.

La madre ha asegurado que la menor sufre ataques de ansiedad y pesadillas. “Se cortó el pelo porque se siente sucia, le cuesta quedarse sola, ha subido de peso, no quiere ir a la Barnahus porque dice que nadie entiende su dolor y está cansada de que le pregunten lo mismo”, ha señalado.

Respecto a la identificación del acusado, ha explicado que lo reconocieron a partir de la descripción que la menor hizo a los Mossos tras salir de un supermercado cercano a su vivienda. “Mi hija lo reconoció perfectamente y me ha dicho que nunca olvidará su cara”, ha afirmado.

También ha declarado el padrastro de la menor, quien ha relatado que se encontró a la niña llorando y asustada en el portal de casa. “Me dijo que quería hablar con su madre. Finalmente me contó, más o menos, lo que había pasado, y salí a ver dónde ocurrió”. Según su testimonio, acompañó a la menor a presentar la denuncia, y días después, junto a su pareja, identificaron al presunto agresor. “Cuando llegaron los Mossos, la niña bajó y lo reconoció enseguida. Al volver a verlo, se puso muy nerviosa y rompió a llorar”, ha declarado.

“Era posible el reconocimiento, es una calle bien iluminada”

Agentes de los Mossos d’Esquadra también han testificado en la vista celebrada este lunes. Han explicado que la menor estaba nerviosa cuando reconoció al acusado en la vía pública y han detallado que ambas partes se encontraban en lados opuestos de la calle Reial. “Se podía hacer el reconocimiento, es una calle luminosa”, ha indicado uno de los agentes.

En cuanto al aparcamiento donde supuestamente ocurrieron los hechos, los agentes han explicado que realizaron una inspección acompañados por el presidente de la comunidad de vecinos, quien les informó de que solo había dos usuarios externos en el edificio, donde algunos pisos están ocupados. También han señalado que no se consideró tomar huellas del móvil de la víctima.

Entre los testigos también ha comparecido la médica que atendió a la menor en el Hospital Joan XXIII. Ha explicado que se activó el protocolo correspondiente, haciendo el mínimo de preguntas dado que estos casos se derivan a la Barnahus. “Contó que un hombre la había agredido sexualmente, que le bajó los pantalones y le hizo tocamientos; durante la exploración, presentaba enrojecimiento en los genitales”, ha afirmado.

Petición de 13 años y 6 meses de prisión

Por todo ello, la Fiscalía considera que el acusado es autor de un delito de agresión sexual a una menor de dieciséis años con introducción de miembro corporal por vía vaginal, utilizando violencia. Por este motivo, solicita una pena de trece años y seis meses de prisión, así como la inhabilitación especial para cualquier trabajo u oficio con menores de edad durante un período de 30 años. Asimismo, pide la prohibición de acercarse a la víctima a menos de 500 metros o de comunicarse con ella durante ese mismo período.

En cuanto a la libertad vigilada, la Fiscalía solicita una duración de 20 años y exige al acusado la participación en programas formativos, laborales y culturales de educación sexual. Además, el ministerio público reclama una indemnización de 50.000 euros para la víctima en concepto de responsabilidad civil.

Por su parte, la defensa solicita la absolución. En sus conclusiones finales, el abogado del acusado ha argumentado que el reconocimiento se realizó de forma “irregular” y que “la penetración es inexistente”. “Hay un hombre inocente en prisión desde hace un año y medio”, ha concluido en su alegato.

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