Un hombre que desobedeció las condiciones del régimen abierto ha visto ahora como tendrá que pagar una multa de 1.623 euros como autor de un delito de quebrantamiento de condena. El acusado estaba cumpliendo condena en el centro penitenciario de Mas d’Enric, en El Catllar.
En febrero de 2020 se le concedió el tercer grado. El 9 de marzo empezó en el centro abierto, donde le dieron de permiso el fin de semana del 13 al 15 del mismo mes. Pero como se produjo el confinamiento de la población por el Covid-19, se le indicó que el 16 no acudiera al centro a dormir dado que contaba con domicilio y soporte familiar.
Pero tenía la obligación de someterse a seguimiento y control de cumplimiento, que incluía el contacto telefónico, el suministro regular de información y la comunicación de su localización.
Pero el encausado incumplió dichas obligaciones desde el 6 de abril, cuando dejó de contestar a las llamadas, mensajes de seguimiento y control del tercer grado penitenciario.