«No pude hacerme la prueba porque la ambulancia no llegó»

Usuarios y trabajadores de Ambulancias Egara denuncian el mal funcionamiento del servicio

23 febrero 2024 14:47 | Actualizado a 24 febrero 2024 07:00
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Isabel, una mujer de 77 años y vecina de Tarragona, explica cómo se quedó sin poder hacerse una endoscopia hace un mes por culpa del retraso de la ambulancia. «Me tenían que venir a buscar a las cuatro de la tarde, y no llegó hasta las seis y media. Cuando llegué al hospital, ya me había pasado la hora y no me la pudieron hacer. Volví a casa en taxi», explica. Isabel no puso queja. «¿Qué voy a ganar denunciando? Nada. No quise perder más el tiempo», añade. Los trabajadores de las ambulancias Egara aseguran que lo de Isabel pasa a menudo y que la causa es el mal funcionamiento del servicio no urgente.

Los trabajadores explican que la situación es compleja para ellos y para los usuarios «debido a los recortes y a las deficiencias», lo que «impacta gravemente en la calidad de la atención médica».

El servicio de transporte sanitario se divide en dos: el urgente –para aquellos casos imprevisibles–, como son por ejemplo los accidentes, o el no urgente, como las pruebas diagnósticas, los tratamientos o los traslados del hospital a casa y viceversa. Es en estos últimos donde se generan la mayor parte de quejas.

«No hay ni suficientes vehículos, ni suficiente personal, para poder cubrir bien las necesidades de los usuarios», explican desde el comité de empresa de Egara, quienes añaden que la situación ha empeorado en los últimos meses debido a que se acerca la finalización del contrato. «El servicio está agonizando y la empresa ha dejado de invertir. No renuevan las ambulancias, y la verdad es que están a las últimas, hechas caldo. No es manera de trabajar», explican. Además, según las mismas fuentes del comité, la empresa ha despedido a 25 personas desde finales de año.

También aseguran que es difícil contabilizar y hacer un control de las ambulancias que están funcionando. «Ponen y quitan vehículos dependiendo del volumen de servicios. Cuando vienen auditorías, aumentan las dotaciones, y cuando nadie les controla, las quitan», explican los trabajadores. El comité denuncia que estas mismas ambulancias se ofertan también a empresas privadas o mutuas de salud, al mismo tiempo que deben dar servicio al SEM.

El mal funcionamiento del servicio implica que algunos usuarios pierdan la cita del médico y que el hospital se vea obligado a reprogramarlo. «Hay casos en los que el paciente se queda sin poder operarse porque no hemos llegado a la hora», aseguran desde el comité. «En estas circunstancias, los pacientes cargan contra nosotros. Encima de vivir con presión y estrés, tenemos que comernos broncas y desplantes», añaden los trabajadores, quienes aseguran que les han puesto más de una multa por ir a más velocidad de la permitida.

Comité de empresa: «El servicio está agonizando y la empresa ha dejado de invertir en personal y en vehículos»

Para intentar paliar el problema, la empresa pone al servicio más ambulancias colectivas, en lugar de individuales. «Los pobres usuarios, a veces, se ven obligados a recorrerse media provincia para llegar a su casa», explican desde el comité.

Los trabajadores creen que la Generalitat –organismo que contrata el servicio a Egara– debería garantizar el buen funcionamiento del sistema. «La administración es totalmente conocedora de la problemática, pero hace oídos sordos», explican desde el comité de empresa, quienes añaden que hace muchos meses que esperan poder reunirse con la gerente de la Regió Sanitària Camp de Tarragona para poder explicarle la situación.

Ambulancias Egara: «Los retrasos en los servicios del transporte sanitario no urgente no pueden imputarse al 100% a la empresa adjudicataria»

Por todo ello, FACUA –organización de consumidores– exige ahora al Departament de Salut de la Generalitat que tome medidas urgentes para poner fin al «deficiente» servicio que está prestando Ambulancias Egara, la empresa concesionaria del transporte sanitario en la comarca del Camp de Tarragona.

«Son incidencias puntuales»

Desde Ambulancias Egara se defienden asegurando que no todas las demoras son responsabilidad de la empresa. «En el transporte sanitario no urgente intervienen seis agentes, desde nosotros, pasando por el centro asistencial, el usuario o el SEM, entre otros», asegura Egara. Uno de los problemas con los que se encuentra la empresa, explican, es la falta de transfer en la mayoría de hospitales tarraconenses. «A veces, tenemos que hacer la transferencia del paciente al hospital nosotros mismos. Y eso retrasa los servicios», explican.

FACUA exige a la Generalitat actuaciones para mejorar el servicio de ambulancias

Egara asegura que el CatSalut no les ha penalizado nunca y que, durante el año pasado, solo tuvieron un 0,05 de quejas. Además, añaden que el servicio, actualmente, se presta con un 30% más de la planta que al inicio del contrato, en 2016.

Por su parte, desde el SEM asegura que se trata de incidencias «puntuales» y que, de los 19.000 servicios que se hacen al año, «en 2023 recibimos 17 quejas, y en lo que llevamos de 2024, cuatro».

El SEM asegura que el tiempo de respuesta en los servicios programados –como la diálisis– está estipulado en 30 minutos. «Lo cumplimos en el 90% de los casos», dicen. En el caso de no programados –como un alta hospitalaria–, el tiempo máximo de espera son dos horas y se cumple en un 94,7% de los servicios.

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