Ricomà ya solo tiene esta semana para forzar un nuevo presupuesto en TGN

Este sábado finaliza el plazo para convocar una cuestión de confianza vinculada a nuevas cuentas. Sin este paso, podría llegarse a las municipales de 2023 con las partidas de 2021

22 mayo 2022 20:52 | Actualizado a 23 mayo 2022 07:00
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El alcalde Pau Ricomà (ERC) apura los últimos días para forzar un nuevo presupuesto para 2022. Este próximo sábado finaliza el plazo legal que tiene el máximo representante municipal para intentar desbloquear los números de la Plaça de la Font mediante una cuestión de confianza vinculada a unas nuevas cuentas, al estilo de lo que hace meses ya hicieron Lleida y Tortosa y, hace años, también Reus (en dos ocasiones).

Así lo establece el artículo 197 de la Ley Orgánica del Régimen Electoral General, que reza que «no se podrá plantear una cuestión de confianza en el último año de mandato de cada corporación». El calendario, pues, llega a su fin porque las Elecciones Municipales están convocadas para el 28 de mayo de 2023 y, este próximo sábado, ya faltarán solo 365 días para la cita con las urnas. En consecuencia, cuando se supere este calendario se esfumarán las posibilidades de forzar la aprobación de nuevas cuentas mediante una cuestión de confianza que, en caso de no prosperar, podría abrir un plazo de treinta días para una hipotética moción de censura.

Sin números consolidados

A raíz de la situación de minoría en la que se encuentra el ejecutivo de ERC, Junts per Tarragona y la CUP tras el pacto de gobierno de hace 11 meses, el Consistorio tarraconense está con el presupuesto prorrogado de 2021 desde el pasado 1 de enero, al no poder contar con la mayoría política suficiente para actualizarlos a 2022. PSC y ECP dieron la espalda al gobierno local en la comisión de diciembre previa a un pleno que nunca se llegó a celebrar, por lo que –desde entonces– la administración municipal está con las partidas iniciales del año anterior por primera vez tras la recuperación de los ayuntamientos democráticos de 1979.

«Hemos demostrado que se puede gobernar bien a partir de los modificativos de crédito. Este camino está siendo exitoso»
Xavier Puig (ERC)

De hecho, la ciudad de Tarragona es el único municipio de Catalunya de más de 70.000 habitantes sin nuevas cuentas, por lo que durante este 2022 ha tenido que recurrir a los modificativos de créditos para hacer reset y adaptar las partidas de 2021 a las necesidades de este año. En este sentido, ya se han «transformado» más de 35 millones de euros, lo que supone más de un 20% de los 163 que maneja.

Críticas a la oposición

Ahora, ya en el ecuador del segundo trimestre del año, llega la fecha límite, la deadline, que podría confirmar que el Ayuntamiento acabe ya este 2022 sin nuevos presupuestos y, como que el próximo año es electoral, pueda darse el caso –si de nuevo no hay acuerdo en el Saló de Plens– que se llegue a mediados de 2023 con las previsiones de 1 de enero de 2021.

«Tener el presupuesto prorrogado condiciona el día a día, pero no a los políticos sino a los técnicos»
Dídac Nadal (JxTGN)

Pese a ello, la prórroga presupuestaria no es una cuestión que preocupe especialmente a los partidos del ejecutivo de la Plaça de la Font, que prácticamente descartan la cuestión de confianza cuando ya solo faltan cinco días para expirar su margen legal. «Hemos demostrado que también se puede gobernar bien a partir de los modificativos de crédito. Es un camino que está siendo exitoso, la gente nos reconoce el resultado del trabajo que hacemos», indica el portavoz de Esquerra, Xavier Puig, quien valora que «todo este trabajo lo hemos hecho pese a que la oposición ha optado por que la ciudad no tenga presupuesto», y resalta que «los socialistas ni tan siquiera se presentaron a la reunión en la que teníamos que hablar sobre sus diez propuestas, parece que por orden de su actual candidato», afirma en relación a la reciente designación de Rubén Viñuales como cabeza de lista del PSC para 2023.

De manera parecida se expresa Dídac Nadal (Junts per Tarragona). «Tener los presupuestos prorrogados condiciona el día a día del Ayuntamiento, pero no a los políticos sino a los técnicos, que son los que se enfrentan a las tramitaciones administrativas que, por naturaleza, tienen su propio ritmo», indica el edil independiente, quien añade: «Desgraciadamente, nos encontramos en esta situación porque desde algunos sectores del consistorio, en vez de pensar en el día a día de la ciudad, los objetivos están fijados en mayo de 2023».

«Hemos aprobado todos los modificativos, las propuestas siguen adelante y recibimos Next Generation»
Eva Miguel (CUP)

Desde el tercer integrante del ejecutivo –la CUP– también se carga contra las formaciones que no están en el gobierno. «La situación actual se debe a que en su día la oposición paralizó la actualización de las ordenanzas y el presupuesto», según indica Eva Miguel, quien reivindica que «a pesar de estas trabas, llevamos aprobando todos los modificativos de crédito, las propuestas siguen adelante y estamos recibiendo fondos de los Next Generation». Asimismo, la cupaire ve otro punto de inflexión en el horizonte. «En pocos meses habrá que poner de nuevo sobre la mesa la actualización de las ordenanzas, la clau de volta para poner en buen rumbo el menoscabo estructural que sufre el Ayuntamiento. La pregunta no es qué va a hacer el gobierno, la pregunta es qué va a hacer la oposición», añade la portavoz de la CUP.

«El gobierno municipal debe ponserse a trabajar desde ya para negociar y tener nuevas cuentas»
Sandra Ramos (PSC)

«Decadencia y falta de liderazgo»

El principal partido del pleno municipal –el PSC– considera que convocar ahora una cuestión de confianza «no tendría sentido», sino que «lo que debe hacer el gobierno municipal es ponerse a trabajar desde ya en un nuevo presupuesto, aprender de los errores y negociarlo de manera seria para poder aprobarlo en noviembre y que pueda entrar en vigor a partir del 1 de enero», indica la portavoz de la formación socialista, Sandra Ramos, quien enfatiza que 2023 «será un año duro porque se empezarán a notar las consecuencias de la guerra en Ucrania y la Covid».

«No es viable gobernar a base de modificativos de crédito. Ricomà debe convocar una cuestión de confianza»
Lorena de la Fuente (Cs)

Por su parte, Ciutadans sí que pide a Ricomà que convoque la moción de confianza. «Nosotros siempre hemos dicho que no es viable gobernar con unos presupuestos prorrogados porque no puede ser que continuamente se estén llevando al pleno modificativos de crédito», indica la portavoz naranja, Lorena de la Fuente, quien considera que «esto es fruto de la improvisación de este equipo de gobierno». Por ello, De la Fuente cree que «lo que debería hacer el alcalde es presentar una cuestión de confianza, como muchas veces hemos dicho desde nuestro grupo municipal. Lo que pasa es que esto no le interesa al equipo de gobierno porque saben que esta vía podría derivar en una moción de censura. Está claro que el gobierno municipal del alcalde Ricomà quiere continuar en la silla pase lo que pase sin pensar en lo mejor para la ciudad de Tarragona», indica la concejal.

«Ya propusimos hace meses acordar una moción de censura»
José Luis Martín (PP)

Finalmente, el PP va más allá de la confianza y lamenta que no se haya acordado una moción de censura. «La situación de decadencia, falta de liderazgo y desgobierno es muy preocupante, y esperamos que pronto acabe una situación sin precedentes en la ciudad», afirma el portavoz José Luis Martín, quien añade que «desde el PP hace meses ya propusimos realizar una moción de censura para acabar con esta parálisis, pero no fue secundada por el resto de grupos de la oposición». A un año de las Municipales la temperatura va in crescendo en la Plaça de la Font.

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