Opinión

Los diez beneficios que esperamos del coronavirus

En este confinamiento los padres han conocido mejor a los hijos y los hijos a los padres, y los esposos entre sí. Se ha constatado el cariño hacia los abuelos. ¡Cómo añoran los nietos a sus abuelos y los abuelos a sus nietos!

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Todas las pandemias, como los desastres naturales, a pesar del dolor humano que comportan, siempre llevan unas sugerencias positivas. En este caso, al afectar el coronavirus a todo el mundo, y no solo a un pequeño grupo de países, los beneficios del Covid-19 tienen alcance mundial. Los «beneficios» serán bastantes y se irán conociendo a medida que volvamos a la normalidad, después del coronavirus. Destacamos diez beneficios o mejoras que aportará el Covid-19, sin querer agotar la lista:

1 Mejorará el clima del planeta. El aire puro que se respira en las ciudades es un valor que no se querrá perder en el futuro. Y vistas las caídas en los mercados de las energías de origen orgánico -que son las que contaminan más con CO2- no todo serán energías como el carbón y el petróleo en el futuro. Los precios de estas energías han caído a mínimos históricos y muchos países productores no podrán superar la bajada de precios y deberán cerrar no pocos pozos e industrias extractivas. La investigación irá hacia energías alternativas que podrán competir con las de origen orgánico.

2 Una mayor valoración de la familia. En este confinamiento los padres han conocido mejor a los hijos y los hijos a los padres, y los esposos entre sí. Se ha constatado el valor que tiene la maternidad, la paternidad y la filiación, así como el cariño hacia los abuelos. ¡Cómo añoraban los nietos a sus abuelos y los abuelos a sus nietos!

3 Aumentará -ya ha aumentado durante el confinamiento- la religiosidad de las personas. Cuando la ciencia ha enseñado sus límites reales, queda Dios, quedan la fe, la esperanza y el amor divinos.

4 Habrá un mayor y mejor trato y amor hacia los ancianos, los más castigados por el Covid-19. Han tenido escasa atención sanitaria y la mayoría de los fallecidos vivían en las residencias de la tercera edad. Nuevas residencias, nueva gestión y mejor sanidad. Se alejarán las leyes de eutanasia que provocan artificialmente el fin de la vida.

5 El mundo en general, y los países más ricos en particular, saldrán más pobres después de la pandemia. Tendrán un PIB negativo. En los presupuestos de los estados, habrá más inversión en salud y ciencia frente a los gastos militares, los beneficios financieros y los beneficios fiscales de los estados. Habrá más control del gasto en favor del gasto social: clima, calidad y seguridad en el trabajo y una mayor previsión de las pandemias y catástrofes naturales.

6 Los habitantes del planeta Tierra tendrán mucho más cuidado en la higiene personal para no contagiarse de infecciones. Además, la higiene se extenderá también a las viviendas, los comercios (desde supermercados hasta los bares y restaurantes), los lugares de trabajo. Mejorarán los productos alimenticios en su calidad y su ecología.

7 Se valorará más a los vecinos, porque si hemos necesitado la ayuda de alguien durante el confinamiento la hemos obtenido de las personas más cercanas, la de los vecinos. En las ciudades muchos vecinos de la misma escalera nunca habían hablado entre sí, más que en un brevísimo saludo en el ascensor.

8 El turismo, el comercio, la agricultura y muchas otras actividades van a tener como principio lo que está más cerca, la proximidad, y van a disminuir -no que se vayan a eliminar ni mucho menos- los caprichos, lo superfluo, lo excesivo, frente a lo sobrio, lo sencillo, lo necesario, pero con calidad y seguridad.

9 En el aspecto económico también mejorará toda la investigación y oferta digital, de modo que se incrementará el teletrabajo (puede ocupar un 25 o 30 por 100 del total), con lo que habrá más conciliación familiar, otro modo de gestionar la empresa y se acortarán las reuniones a veces interminables de ejecutivos, etc. Se va a acelerar la digitalización.

10 Va a incrementarse la solidaridad y la protección, la hermandad y la concordia, tanto individual como colectiva, las ONG, los servicios de voluntariado, el servicio a los demás, sobre todo a los más desprotegidos.

Hay muchas más cosas que serían dignas de citar, pero las 10 anteriores son las que van a marcar una dirección muy importante en la vida personal y social de los pueblos, tanto en la política, como en la economía, la cultura y la religión.

Salvador Aragonés.

Salvador Aragonés.

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