Trenes

Cuando ustédes lean esto yo estaré en el tren camino del norte. Si me preguntan dónde quiero estar les diré que siempre la respuesta tendrá que ver con un tren. Sueño con trenes. Viajes en tren. El Transmongoliano (sí, antes que el Transiberiano, aunque no me quejaría si fuera al revés). A veces me miro rutas, por ejemplo Tarragona-A Coruña en tren. Hay una posibilidad que nos lleva hasta el Ferrol pasando por Burgos, Valladolid, León. En invierno tiene que ser un viaje espectacular. Otras veces miro cómo llegar hasta Belgrado en tren pasando por Viena, o hasta Ullapool en el norte de Escocia donde ya estuve una vez mirando las islas Orcadas y donde no me importaría volver. Cuando uno muestra gustos no exquisitos sino específicos (modelados con el tiempo y la curiosidad) la consistencia de las opiniones es granítica. Viajar en tren es sin duda uno de los mayores placeres que vivido. No puedo entender a quién consideró el tren como un lujo (el Orient Express me parece una horterada) y decidió cerrar las estaciones. Una ciudad sin tren está triste ¿Hay algo más bonito que una antigua estación de tren? Cada centímetro de libertad y confort me ha costado años. Aun así, sé que podría perderlo todo por una dislocación del destino. Pero mi amor por los trenes me salva de la nostalgia. Feliz Navidad.