Reus

La nueva Facultat de Medicina de Reus, sin calendario

El Ayuntamiento entregó a la URV, en febrero, los estudios previos para un nuevo edificio en el Campus Bellissens. No ha habido más avances

Una recreación del aspecto que tendrá facultad pendiente de construcción, con módulos unidos por pasarelas.

Una recreación del aspecto que tendrá facultad pendiente de construcción, con módulos unidos por pasarelas.Foto: UTE Ferrando Gallego Recio/Cedida

Mónica Pérez
Publicado por

Creado:

Actualizado:

Nueve meses después de que el Ayuntamiento de Reus entregase a la Universitat Rovira i Virgili (URV) los estudios previos para la construcción de una nueva Facultat de Medicina i Ciències de la Salut en el Campus Bellissens, los planes del futuro complejo no han vivido todavía ningún avance. La intervención quedó este febrero pendiente de fondos y calendario.

Fuentes de la URV consultadas indican que «no se han producido novedades» al respecto. El Ayuntamiento «mantiene el apoyo» al traslado.

La cifra necesaria para construir la facultad, incluyendo desde el mobiliario hasta posibles sobrecostes, es elevada: se fijó en una horquilla de 60 a 80 millones de euros, con la previsión de iniciar las labores de captación de recursos económicos a principios de este 2023. Los estudios previos perfilaban este como un equipamiento de 35.000 metros cuadrados, seis plantas y articulado a partir de cuatro módulos conectados por pasarelas.

El nuevo recinto, tal como se ha concebido, estará entre la Facultat d’Economia i Empresa, la Escola Tècnica Superior d’Arquitectura y el Eurecat-Centre Tecnològic de la Nutrició i la Salut. Y su entrada en funcionamiento daría lugar a un parque sanitario considerando la escasa distancia con el Hospital Universitari Sant Joan de Reus.

La creación de una nueva Facultat de Medicina –la actual se enclava en la céntrica calle de Sant Llorenç y representa uno de los edificios más antiguos en los que la URV imparte formación– es una cuestión históricamente pendiente. Los alumnos ven pros y contras en la mudanza hacia Bellissens, de la que muchos han oído alguna vez hablar aunque no acierten a concretar la firmeza de su compromiso ni si tiene fecha o incluso estuviera ya desarrollándose.

Alba Cabrera es estudiante de primer curso de Medicina. Las instalaciones de Sant Llorenç le parecen «bien, aunque no sean demasiado modernas. Quizá un poco pequeñas» y, como han señalado año tras año otros alumnos, coincide en que, en algunas salas, «estaría bien que hubiera más enchufes».

Por otro lado, «el CRAI –el Centre de Recursos per a l’Aprenentatge i la Investigació– suele estar lleno en época de exámenes y sería perfecto si pudiese ser más amplio». Entrar en el Campus Bellissens, «seguramente traería ventajas, por ejemplo, en cuanto a las prácticas, por la cercanía con el Hospital», especifica. Aunque, en su caso –es de Valencia y se ha instalado en Reus–, que esté cerca del núcleo «también me viene bien».

Otra estudiante de primero, Joana Alemany, incide en la necesidad de servicios y apunta que «no es lo más importante pero, por ejemplo, aquí no tenemos cafetería en la facultad. Y lo de contar con una biblioteca más amplia es importante, así como estar cerca del Hospital».

Ella había escuchado comentarios sobre que la nueva Facultat de Medicina «ya se estaba construyendo». Llegada desde Pego (Alicante) e igualmente establecida ahora en Reus, aprovecha la ubicación en Sant Llorenç para ir caminando a clase, pero «en un campus también estaríamos con otros estudiantes». Ambas «nos habíamos imaginado que la facultad sería bastante más grande», pero les parece «muy acogedora».

Ejecutar por fases

Los estudios previos de la futura facultad en Bellissens se elaboraron contemplando la opción de que la construcción pudiese llevarse a cabo «en diferentes fases, no necesariamente de una sola vez, si esa fuese la voluntad», tal como detalló en febrero Xavier Gallego, arquitecto de la UTE Ferrando Gallego Recio que confeccionó los planos.

Coincidiendo con la presentación de esa documentación, se comunicó también la falta de recursos económicos para consumar el complejo universitario. Y, de cualquier forma, para progresar hacia su despliegue sobre el terreno, habría que redactar también un proyecto básico, uno ejecutivo y sacar adelante la dirección de los trabajos.

Preguntado sobre la financiación, el rector de la URV, Josep Pallarès, precisó en febrero que «sin este estudio preliminar, no podíamos ir a presentar el proyecto. A partir de ahora, nos emplazamos, junto a las administraciones, a hacerlo para conseguir esa cifra de entre 60 y 80 millones».

A finales de junio, en el anuncio la priorización de inversiones en infraestructuras, la URV se refirió a Medicina y precisó que «respondería a la adecuación a la normativa y a las necesidades de crecimiento y espacios de manera integral». Y precisó que «hará falta financiación externa e impulso del Ayuntamiento».

Fuentes del Ayuntamiento detallaron ayer que «seguiremos apoyando la petición de la URV y de la facultad de hacer realidad el traslado porque tiene todo el sentido».

tracking