Sorteo de la Lotería de Navidad
«La Lotería de Navidad genera mucha ilusión y eso se ha notado»
Óscar Bausà, dueño de La Pastoreta, remarca que el número 25 ha tenido mucha demanda

En La Pastoreta la actividad es frenética estos días.
Óscar Bausà, dueño de la administración de Loterías La Pastoreta de Reus, se muestra optimista ante el comportamiento de las ventas del Sorteo Extraordinario de Navidad. «Estoy muy contento. Ha habido ilusión, la gente ha comprado. A ver qué pasa en el sorteo, ojalá haya recompensa», señala, aunque admite que desconoce cómo ha evolucionado la venta a nivel catalán, español o provincial. En cualquier caso, asegura que el ambiente vivido en los días previos ha sido positivo y muy similar al de otras campañas en las que la respuesta del público ha sido elevada.
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El responsable de la administración atribuye este repunte a la capacidad única del sorteo para movilizar a jugadores ocasionales. «La Lotería de Navidad genera mucha ilusión. Gente que no juega a la lotería en todo el año, sí que lo hace para el sorteo de Navidad. Hasta la gente que habitualmente no juega, sí que lo suele hacer», explica. Esa ilusión, añade, se traduce en compras pequeñas, compartidas y muy ligadas a la tradición familiar y social de estas fechas. A ello se suma un cambio progresivo en el perfil del comprador, cada vez más diverso y multicultural.
Un sorteo que se abre a todos
Bausà destaca que el sorteo se ha consolidado entre colectivos que hasta hace unos años tenían poca presencia en este tipo de juegos. «Hay gente de fuera que trabaja aquí, sudamericanos o marroquíes, que van comprando más. O los chinos, que también es un perfil de jugador que está comprando cada vez más. La Lotería de Navidad se está abriendo a todos», afirma.
En cuanto a los números más demandados, en esta edición el 25 encabeza la lista por coincidir con el año 2025, seguido de terminaciones clásicas como el 13, el 69 o el 15, habituales en todas las administraciones. «Normalmente, el año en curso es lo más demandado y después llegan todos estos. Esto es porque hay cumpleaños, bodas o fechas personales que acaban marcando la elección», detalla. Son números cargados de significado para quienes los compran, más allá de cualquier criterio racional.
Las supersticiones y las anécdotas siguen siendo una constante. «En la Lotería hay un sector que tiene muchas manías. Hay mucha gente que pide que le des el que quieras tú», comenta. Recuerda, por ejemplo, el año en que tocó la lotería en Industrias Teixidó, en 2019, sucedió que «un niño que hacía cola se quería ir y su madre le advirtió de que, si se marchaba y no compraba este décimo, no entraba en casa. Finalmente, compraron el décimo», en una escena que quedó grabada en la memoria de la administración.
También es habitual el intercambio de números entre administraciones, lo que permite ampliar la oferta a los clientes. Como curiosidad, relata que hace dos años, tras la dana de Valencia, parte de la lotería «se la llevó la dana» y tuvo que venderse mojada. También hay demanda de códigos postales, como el de Riudoms —43330— o el de Vinyols i els Arcs —43391—, mientras que los números muy altos siguen sin gustar. «La gente cree que es menos probable que toque. Es superstición», concluye.