Reus

Ferran Cerro: exquisitez en los fogones

Zona Exclusiva. En la infancia ya ayudaba a su madre en las comidas familiares. Recorrió mundo como jefe de cocina de Sergi Arola. Hace dos años que ha vuelto a Reus

Ferran Cerro posa en su restaurante de Reus.FOTO: X. Jurio

Marc Libiano
Publicado por

Creado:

Actualizado:

Las reuniones familiares simbolizaban un estado de felicidad para Ferran Cerro (Reus, 1988). Significaban poder acercarse a la cocina y ayudar a su madre en las comidas navideñas. Los olores, los tactos, el embrujo de aquel lugar en el que se acumulan ingredientes, a veces desorden, y destreza marcaron la vida de este reusense que se crió cerca de la estación de tren de la ciudad y que completó su formación inicial en el colegio La Salle. Nadie pudo modificarle su ilusión inicial. Quería dominar los fogones y por eso encaró sus estudios posteriores en la Escola d’Hosteleria de Cambrils, academia con prestigio en el sector dentro de la provincia.

De 2006 a 2011, en el stage que los aprendices deben realizar en distintos locales para practicar sus habilidades culinarias, el reusense formó parte del equipo de las cocinas del Celler de Can Roca, del Arzak y el restaurante Sant Pau, de Carme Ruscalleda. Toda una declaración de intenciones. Un aprendizaje elegido.

Sin duda, el viaje más influyente para Ferran es el realizado con el prestigioso cocinero Sergi Arola, con el que recorrió el mundo para completar sus proyectos como jefe de cocina. Con Arola trabajó en Chile, Brasil, Estados Unidos, Portugal, Francia, China, Japón, Suiza, Turquía y Andorra. Un recorrido extenso y muy exigente. «Si una cosa he aprendido es que resulta imprescindible ser disciplinado. Trabajar bajo presión también me ha ayudado», reconoce el protagonista.

Sergi Arola es un personaje clave en mi vida laboral. Me lo ha enseñado todo en la profesión, no tengo duda de eso

El paso por Chile, un país en el que Cerro se había marcado pocas expectativas, se convirtió en un flechazo. «Me lo pasaba tan bien que, en dos ocasiones, perdí el avión de vuelta», recuerda. La creación que más le levantó la energía no tiene que ver precisamente con un plato bien elaborado. «También ocurrió en Chile. Un coctelero cada mañana me enviaba a la habitación un zumo de piña delicioso». Chicago se convirtió en otro escenario fetiche para él. «Pasamos poco tiempo allí, pero la ciudad me atrapó». Llegó a cocinar para Penélope Cruz y Bardem.

La labor resultaba tan apasionante como agotadora. Los restaurantes estaban inspirados en las técnicas de cocina de Sergi Arola, aunque adaptados a la cultura de cada país. Y eso precisaba de búsqueda y análisis constantes para construir un proyecto exitoso. Alcanzar la minuciosidad, controlar los detalles, forman parte del libreto de enseñanza que ha adoptado el reusense durante todo este trayecto. Justo hasta hace dos años y medio, cuando tomó la decisión de regresar a casa.

El regreso

«Me di cuenta de que no tenía vida social, de que estaba solo. Sabía que era una determinación difícil, porque Sergi Arola me lo ha enseñado todo a nivel laboral». Cerro empezó en casa desde cero, en un local íntimo para iniciar la captación de adeptos ganxets y de todo el Camp. «Aquí el cliente es muy exigente, pero no lo veo negativo», reconoce.

Volví a Reus porque viajar tanto me llevó a no tener vida social. Necesitaba parar porque me di cuenta de que estaba solo

La primera toma de contacto ha convencido a la ciudad y Ferran Cerro ha necesitado invertir en un local más amplio para contentar las peticiones de la demanda. En pleno centro, justo en la Plaça del Castell, había previsto inaugurar para esta Semana Santa. La pandemia del coronavirus se lo ha impedido y se encuentra a la espera de la autorización legal y del adiós de la crisis para estrenar un nuevo paso en su vida laboral. De momento, la guía Repsol ya le ha premiado con un Sol por su creatividad.

tracking