Las terrazas de la plaza de la Llibertat de Reus, llenas de excrementos de pájaro

Pasar andando por algunos puntos de la plaza de la Llibertat es como ir pisando ‘minas’. Los excrementos de pájaro ya secas van crujiendo debajo de los pies de los transeúntes a cada paso que hacen por zonas como la de la parada de taxis o en el tramo entre las calles del Doctor Joan Abelló y avenida Pintor Tapiró, donde hay el parking de motos. «Tampoco puedes sentarte», se quejan los peatones que pasan por la zona.

Y aunque puede ser un engorro para quien traviesa la zona de forma puntual, para los restauradores de esta zona, el tema no es ninguna banalidad. «Entre las palomas y los estorninos...», se quejan desde la Cafeteria El Pi del Cugat, ubicada justamente delante del aparcamiento de motos. Según cuenta el encargado, por un lado, tienen las molestias de las palomas, que «a la que sacas kikos y frutos secos, se tiran sobre las mesas». Por otro, «los estorninos lo llenan todo de excrementos y, además, por las mañanas, la terraza está llena también de plumas...». En este caso concreto, la solución podría ser relativamente fácil: «El problema son un par de ramas que van a parar encima de nuestra terraza y, sólo por esto, se llena todo de excrementos. En que las cortaran ya bastaría. En una ocasión lo hicieron, y estuvimos una temporada tranquilos», cuenta el encargado, que también explica que en la última ocasión en que operarios estaban podando por la zona «pedí si también podían arreglar esto, pero no hubo nada que hacer».

En la zona de la parada de los taxis, el problema se repite. Allí hay las terrazas de Rosca Caffe & Food y la del bar El Racó del Cugat. «Está todo que da asco y nos perjudica como negocio, claro. Con la acumulación de excrementos, también en las jardineras, toda la zona hace hedor», se quejan desde Rosca. Según cuenta una empleada, en la zona «no pasan a limpiar. Por la otra jardinera [la más cercana a la calle Ample], sí que lo hacen y se ve la diferencia», señala.

Desde El Racó del Cugat, se expresan en el mismo sentido: «Esto está así de sucio de hace mucho tiempo», exclama el propietario. Las mesas de la terraza las limpian ellos a diario, pero la calle sigue sucia «y la solución es que pase la brigada, que tienen dispositivos más efectivos, con presión de agua».

El problema también afecta a los elementos del mobiliario urbano, como fuentes o bancos, que todos los de la zona están completamente cubiertos por excrementos de pájaro y quedando, por lo tanto, inutilizables.

Como apuntan desde El Pi del Cugat, las palomas y sus incursiones por encima de las mesas son otra gran molestia en las terrazas. Una queja que se repite en otras plazas del centro, como la de Prim o el Mercadal. A parte del incordio para los clientes, las palomas tiran por el suelo vasos y platos y también dejan excrementos por las mesas.