Trànsit llena de radares la AP-7 en Tarragona, en su tramo más peligroso

El Servei Català de Trànsit y Mossos d'Esquadra han activado esta semana las primeras medidas que deben reducir la siniestralidad en la AP-7 en Tarragona, concretamente en el tramo más peligroso de la vía rápida, entre Calafat (L'Ametlla de Mar) y Amposta, en la zona sur de la provincia, en las Terres de l'Ebre.

La consellera d'Interior i Seguretat Pública, Núria Parlon; el director del Servei Català de Trànsit, y la inspectora de la Divisió de Trànsit de los Mossos, Vanessa Bohé, han desgranado esta mañana en Barcelona las medidas que se han implantado esta semana y las que irán incorporándose en los próximos días en un tramo de 44 kilómetros de la AP-7 en sentido sur, entre Calafat y Amposta.

El tramo de la autopista tiene una longitud de 44 kilómetros

Desde el kilómetro 288 hasta el 332, los dos carriles de la autopista en sentido Castellón se llenarán de radares, ya sean los de formato en línea (los de color naranja), los móviles (que se trasladan en remolques) o los controles aleatorios de los Mossos que se irán activando de forma aleatoria por este tramo de 44 kilómetros.

Además de los radares y los controles de Mossos, que implican inspección de vehículos, control de velocidad y medidas de seguridad al tráfico (alcohol, drogas, distracciones...), se activarán drones y helicópteros para vigilar las infracciones en este tramo.

La consellera Parlón ha sido clara en afirmar que el objetivo es reducir la siniestralidad y el número de víctimas mortales en todas las carreteras, pero especialmente en la AP-7, que este año sigue siendo la más trágica en la provincia de Tarragona (10 víctimas mortales, 3 de ellas camioneros).

Para ello ha explicado las medidas de seguridad en sentido sur, ya que el Departament considera que es el tramo más complicado por su singularidad: una recta prolongada con desnivel que puede ayudar a aumentar el riesgo de infracciones: velocidad, cansancio... Parlón ha admitido que, para evitar estos 'errores' al volante motivados muchas veces por el exceso de horas conduciendo, se activarán controles aleatorios con sistemas inteligentes que leen el tacógrafo y detectan si se incumplen los descansos obligatorios.

La inspectora de Mossos, Vanessa Bohé ha dado datos de estos primeros 10 meses del año. En la AP-7 a su paso por toda la provincia ha habido un incremento del 47% de las infracciones (alcohol, drogas, velocidad, ITV...). Y solo en el tramo de Terres de l'Ebre, la cifra asciende al 170%.

Además, Parlón ha comentado que el mantenimiento del vehículo (refiriéndose a los de transportes de mercancías) es clave para garantizar la seguridad y que en los controles llevados a cabo en toda Catalunya de vehículos pesados, el 45% presentaban alguna deficiencia, no todas graves, pero sí que inciden en el mantenimiento del vehículo pesado. 

Parlón ha expuesto que una de las causas de uno de los dos accidentes graves de la AP-7 del pasado fin de semana fue un desgaste de los neumáticos, sin precisar el camión que los sufría.

La última de las novedades que se aplicarán a este control de tráfico férreo en este punto de la AP-7 es en la formación de conductores, especialmente extranjeros que circulan por la AP-7 en sus rutas. La consellera d'Interior i Movilitat ha comentado que, en el momento en que se debe hacer el cambio de carnet para homologarlo para España, se incidirá en un curso formativo para explicar las singularidades de las carreteras que pasan por Catalunya. Esta formación tiene, de momento, una partida de 200.000 euros.

Las medidas aplicadas y las que se introducirán se analizarán durante cuatro meses. Ramon Lamiel ha comentado que el 31 de marzo se estudiarán los resultados de las mismas y se mantendrán o se revisarán en función de los datos obtenidos.