Santa Tecla, en imágenes

A los que les gusta el colorido y el calor del multitudinario Seguici, los diables, los gegants, L’Àliga, el Lleó, los Balls Tradicionals… Los castellers con las sufridoras diadas. Los que disfrutan con los encuentros en terrazas vermuteras y barras cerveceras de los conciertos. Y, por supuesto, los más pequeños, que sueñan con un mundo fantástico durante el Seguici Petit, o el Correfoc, o lloran ante a la Víbria al ofrecerles el chupete… Todos los participantes y espectadores buscan lo mismo: diversión, placer, explayarse y dejar de lado el día a día.

Cuando no queremos perder esos momentos dulces, nos hacemos una buena autofotografía con los colegas. Nosotros, los fotoperiodistas, asumimos el reto de plasmar los acontecimientos para la memoria del lector, con el objetivo de documentar una realidad y mostrarla, y para llevar una ventana de felicidad a casa de los que no tienen el privilegio de estar en primera persona en los actos festivos.

Lo interesante son las fotografías que dicen algo nuevo, que muestran el alma de las cosas, que sorprenden desprevenida a la realidad, en, como dijo Henri Cartier Bresson, «el momento incisivo». No es nada fácil, ni difícil, hacer buenas fotografías. Es observar, esperar y disparar, como cuando el maestro arquero enseña al alumno el artificio de la intencionalidad como medio para conseguir el blanco, una fotografía».

Han llegado a su fin las fiestas mayores y no tan mayores, habiendo recorrido y observado nuestra ciudad en fiestas, haciendo cientos de imágenes aptas para ser captadas por la cámara y publicarlas, así, mostrando al mundo la belleza de la identidad patrimonial que tiene nuestro territorio.