Las sorpresas del Baix Penedès
Playas como emblema, pero también paisaje de montaña y de viñas en las que pueden hacerse todo tipo de actividades de ocio y descanso. Unido a un patrimonio cultural de personajes ilustres, arquitectura y tradiciones

Vista aérea de las playas de El Vendrell, Sant Salvador, Coma-ruga y el Francàs.
El Baix Penedès sorprende porque que en un territorio tan pequeño pueda haber una oferta paisajística, cultural, gastronómica, de ocio y de relax, además de tradiciones y de vida social.
El imaginario pone playa a la comarca. Y su costa con largas y suaves playas es sin duda uno de sus potenciales. No sólo en verano. El suave clima también permite pasear y relajarse muchos meses al año fuera de la temporada estival.
Sin embargo hay un Baix Penedès interior cada vez más conocido que permite practicar senderismo por la sierra del Montmell, realizar rutas en bicicleta por las viñas del centro comarcal o seguir senderos a pie marcados y asequibles a todas las capacidades entre municipios.
Esa visita más activa al Baix Penedès pensada para todas las edades se combina con una oferta cultural de dimensión internacional y que sorprende al visitante.
Porque si Pau Casals es emblema con su museo, casa natal y auditorio en El Vendrell, la localidad también acoge la Fundació Fenosa, que fue casa del escultor y de su musa y compañera Nicole.
También en El Vendrell el Museu Deu acoge una de las colecciones de arte más importantes de Catalunya. El órgano de la iglesia y el Portal del Pardo son otros elementos destacados
En el ámbito de la cultura el castillo de Calafell, su poblado ibérico y la casa del poeta Carlos Barral, además de la cofradía que muestra el pasado marinero del municipio son otros de los elementos imprescindibles de la visita a la comarca.
Mención destacada merece L’Arboç. La localidad cuanta con una veintena de casas de estilo indiano entre las que destaca el palacio Gener Batet y la espectacular Giralda, una réplica de la sevillana, aunque más baja.
Ocio
El relax entre las viñas o unos paisajes insospechados a escasa distancia del mar, como las rutas por Bonastre con una producción agrícola ecológica, combina con una amplia oferta de ocio y de restauración.
Esa oferta lúdica también ofrece una singulares fiestas que van desde la Carretillada de L’Arboç, cuando la localidad se llena de fuego, a la tradicional Festa Major de El Vendrell, con su jornada castellera y muestras de cultura popular.
Las temporadas de conciertos más clásicos en el Auditori de Sant Salvador o en la iglesia de Segur de Calafell, que cuentan con orquestas internacionales, atraen a muchos visitantes. También el público más joven encuentra una oferta de actuaiones a su medida.
Todo en unas localidades como Calafell donde hay una variada oferta comercial al aire libre y multitud de terrazas y restaurantes en el paseo marítimo al que se une el ocio nocturno.