Tarragona

Educación

La FP se reinventa, Tarragona contará el curso que viene con cuatro centros integrados

El Institut Cal·lípolis, el Pere Martell, el Comte de Rius (asociado con el CIFO) y el Vidal i Barraquer (junto a la Cambra de Tarragona), ya son parte de un modelo que ofrece todas las posibilidades de la Formación Profesional de 16 a 67 años

El Institut Pere Martell es uno de los que ha recibido acreditación como centro integrado. Aquí durante la competición Catskills.Marc Bosch

Norián Muñoz

Creado:

Actualizado:

El árbol que explica cómo es la formación profesional  cada vez tiene más raíces y es más frondoso; es decir, cada vez hay más caminos para entrar y cada vez son más avanzadas las posibilidades para especializarse. En medio de esta evolución, el Departament d'Educació i Formació Professional ha decidido ir más allá y crear la figura de los Centres Integrats de Formació Professional (CIFP). Se trata de centros que, tanto de manera individual, como asociados con otras instituciones y empresas, ofrecen todos los estudios que comprende el árbol.

En el caso de la ciudad de Tarragona, a lo largo de este curso se han convertido en CIFP cuatro centros públicos: el Institut Cal·lípolis, el Pere Martell, el Comte de Rius, asociado con el CIFO (Centre d'Innovació i Formació Ocupacional del Servei Públic d'Ocupació de Catalunya), y el Vidal i Barraquer, junto a la Cambra de Tarragona. En el caso de la última alianza, es la primera vez que una cámara de comercio se integra en un proyecto de estas características.

El secretari de Formació Professional del Departament d’Educació i FP de la Generalitat, Francesc Roca, se reunía el viernes pasado con todos los directores en la sede de la Cambra y aseguraba que: "Disponer de cuatro centros integrados en una sola ciudad demuestra el compromiso firme de Tarragona con el desarrollo del talento y la competitividad. Es una apuesta estratégica para la ocupación de calidad y el fortalecimiento del tejido productivo local".

Ofrecer los cinco niveles

Una de las peculiaridades de los centros integrados es que deben ofrecer individualmente, o en colaboración con las instituciones o empresas con las que estén asociados, los cinco grados que hay en la formación profesional: ciclos de grado básico, medio y superior; cursos de especialización (que se conocen como los másteres de la FP); certificados de profesionalidad y microformaciones. En resumen, una oferta que puede incluir a personas de 16 a 67 años.

Esta peculiaridad permitirá a los institutos innovar en su oferta de estudios para que los alumnos puedan ir creando un itinerario en función de sus necesidades e intereses. Francesc Roca señala que la flexibilización del acceso a los estudios es una de las medidas que se ha puesto en marcha para tratar de disminuir el abandono escolar. Así, por ejemplo, un joven que no ha completado la ESO, podría comenzar haciendo un programa de formación e inserción (PFI) y continuar con los siguientes escalones formativos de la misma familia profesional hasta llegar a la educación superior.

Reunión de los centros CIFP de la ciudadcon Francesc Roca y la presidenta de la Cambra de Tarragona.Norián Muñoz

El objetivo general es que "ningún alumno se nos escape" decía Roca, y que todos tengan una formación adecuada para insertarse en el mundo laboral. La idea, señala, es que se entienda la formación profesional como una red y no como un camino lineal.

La nueva ley de FP también contempla oportunidades para personas de mayor edad, para formarse a lo largo de su vida en "trozos" o módulos, acreditando su experiencia para, eventualmente, obtener una titulación oficial. 

Orientación para toda la ciudadanía

Para ser centro integrado, los institutos deben cumplir una serie de requisitos. Uno de ellos es contar con un servicio de información orientación no solo para sus alumnos sino abierto a toda la ciudadanía.  

Los centros que participan deben, además, acreditar que tienen un sistema de gestión de la calidad orientado a la mejora continua basado en normas internacionales.

Los centros de Tarragona

Aunque el curso que viene será el primero en que los cuatro institutos estén trabajando como centros integrados, ya han comenzado a ver los beneficios de esta forma de funcionar.

El Institut Cal·lípolis, por ejemplo, es CIFP en las familias profesionales de sanidad, imagen personal y actividades físicas y deportivas. Ya han reforzado su papel como punto de información y orientación, ayudando a profesionales sin titulación a acreditar sus competencias y a obtener certificaciones profesionales.

El Institut Comte de Rius, asociado con el CIFO de Tarragona, se especializa en la familia química. Esta colaboración permitirá a personas en paro ampliar el abanico de posibilidades de formación y les facilitará el acceso a empresas multinacionales.

El Institut Pere Martell es centro integrado en la familia de fabricación mecánica y busca adaptar su itinerario formativo a las necesidades del entorno, incluyendo a agentes sociales y empresas en su consejo de formación. Está pendiente de obtener otra acreditación como centro integrado en la familia de energía y agua junto con el Grupo Agbar.

Al Institut Vidal i Barraquer, asociarse con la Cambra de Tarragona, le permitirá tener una oferta unificada de ciclos y formación ocupacional en áreas como administración, comercio e informática. En este sentido, la presidenta de la Cambra, Laura Roigé, decía que estas alianzas son "un ejemplo claro de como la colaboración entre instituciones públicas y privadas puede generar oportunidades reales para las personas y para la economía local". 

Justamente la Cambra de Tarragona, ha sido reconocida recientemente con el premio de la Agencia FPCAT. Estos galardones premian las buenas prácticas de las empresas y otras entidades por sus contribuciones a la construcción de una formación profesional de calidad. 

tracking