Transición energética
Inversión millonaria de Iberdrola en Tarragona: una planta pionera creará 200 empleos
La Unión Europea subvenciona con 54 millones un centro de generación de calor verde decisivo para descarbonizar la petroquímica. Se construirá en el Polígon Sud

Una imagen aérea del Polígon Sud de Tarragona, donde Iberdrola prevé ubicar su centro de generación de calor verde.
Sales fundidas y rocas trituradas para almacenar calor y producir vapor que se emplee en toda la industria petroquímica de Tarragona. Es una nueva solución planteada por Iberdrola para avanzar en la descarbonización. El proyecto, que prevé instalarse en el Polígon Sud de Tarragona, acaba de recibir una subvención de casi 54 millones por parte de la Unión Europea. Forma parte de un paquete de seis iniciativas europeas seleccionadas en los Innovation Fund, los fondos de innovación para descarbonizar la industria del continente.
La documentación de la Comisión Europea da una fecha de entrada en funcionamiento: 31 de julio de 2029. La propuesta se llama Ghrena y consiste en un Centro de Generación de calor verde para el polígono químico y que va a ser fundamental para la transición energética.
La UE destaca que «atraerá importantes inversiones en el creciente sector del calor renovable, contribuyendo a su cadena de valor con la fabricación local de sistemas tecnológicos». Subraya, además, que creará «más de 200 nuevos empleos verdes a tiempo completo».
La nueva instalación no solo es clave en sí misma sino en su aportación al resto del tejido industrial. El resto de fábricas pasarían a ser clientes. Según reza la Comisión Europea, «el proyecto permitirá una reducción relativa del 100% de las emisiones de gases de efecto invernadero en las industrias de alto consumo energético en este parque». El objetivo es sustituir las actuales calderas de gas natural, «evitando así por completo las emisiones».
La documentación de la UE publica una fecha de entrada en funcionamiento: 31 de julio de 2029
¿Cómo lo hará? Con un sistema nuevo y pionero, que tendrá también visos de test con recorrido para ser aplicado en otros lugares. Será «el primer hito de un ambicioso plan para escalar y replicar el concepto a nivel regional, nacional y europeo».
Sales fundidas y rocas trituradas
El planteamiento se basa en una combinación de renovables, almacenamiento de energía térmica, una caldera de electrodos y bombas de calor de alta temperatura. Se instalarán sistemas innovadores de sales fundidas y rocas trituradas, un proceso químico que permitirá, a la vez, almacenar calor y producir vapor.
Se diseñará también una caldera de electrodos, basada en electricidad a través de corrientes de agua para crear vapor, y que servirá para respaldar el sistema y la cobertura de los picos de demanda. «Es un proyecto muy bueno, positivo y relevante para la descarbonización de la industria», añaden desde Iberdrola.
"Es un proyecto muy bueno, positivo y relevante para la descarbonización de la industria", reconocen desde Iberdrola
Todo este circuito de sistemas serán íntegramente alimentados por renovables y trabajarán juntos en un ciclo coordinado para producir alrededor de 650 GWht/a, más de 490.000 toneladas de vapor al año, empleando únicamente electricidad y agua local.
A la hora de conceder la subvención, Europa ha tenido en cuenta los beneficios que comportará en términos medioambientales. Durante 10 años de operación, ahorrará 1.454.829 toneladas de dióxido de carbono, el equivalente a las emisiones de 40.000 hogares de tamaño medio durante esa misma década.
Un polígono, como una célula viva
«Estamos ante un proyecto muy importante para la transición energética y la descarbonización de la petroquímica de Tarragona», describe el consultor energético Jaume Morron.
¿Por qué es relevante esta instalación para el resto? Lo explica el director del Institut Català d’Investigació Química (ICIQ), Emilio Palomares: «Un polígono industrial químico es como una célula viva. Todas las partes hacen su trabajo. Una de estas partes es aprovechar el calor del vapor para generar energía. La idea es que todo aquello que se utiliza para generar calor basado en derivados fósiles, como el gas natural, se cambie por sistemas de calor neutros en carbono».
"Es una idea brillante y genial, una ventana de oportunidad", admite el director del Institut Català d'Investigació Química, Emilio Palomares
Para Palomares, se trata de «una idea brillante y genial, una ventana de oportunidad que quiere decir que las empresas que hace estas apuestas creen en el polígono». Para el profesor del ICIQ, se trata «de una tecnología madura que puede sustituir el quemar gas natural por agua y vapor para mover turbinas, lo que al final podemos definir como termodinámica».
El proyecto de Tarragona puede servir de test para ser trasladado a otros emplazamientos en esta carrera por las emisiones cero. «Toda la industria tiene que ser neutra en carbono y eso se tiene que lograr aprovechando todo el calor posible, electrificando al máximo, y parando el CO2, el dióxido de carbono, capturándolo. Como más calor sin emisiones hagamos, menos dióxido tendremos que capturar», añade Palomares.
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Por eso, la UE señala que Ghrena «apoyará la transición a una economía verde y resiliente mediante la descarbonización de la producción de calor industrial». En el informe como resultado de la convocatoria, se destaca que «el sector sigue siendo uno de los más difíciles de descarbonizar debido a su alta demanda», ya que «la energía para calefacción y refrigeración representa casi el 50% del consumo final bruto total de energía de la UE».
"Estamos ante un proyecto muy importante para la transición energética", define el consultor Jaume Morron
Según las fuentes consultadas, la inversión puede ser también un atractivo para la instalación de más empresas y, en todo caso, una opción para que la industria química, en la encrucijada por un momento decisivo de la transición, no pierda comba, como afirma Palomares: «El momento es complicado porque la competitividad es muy alta. Europa tarda una eternidad en tomar decisiones y los chinos no paran de construir crackers y de ir haciéndose con el mercado químico mundial. Hace 10 años tenían alrededor del 12% y ahora más de un 43%. Nosotros tenemos que seguir innovando en los procesos y en los productos y lo tenemos que hacer ya».
En global, la subvención europea se sitúa en los 53.938.146 euros. Iberdrola indica que el presupuesto general es superior pero no ofrece más datos al respecto