Equipamientos
El albergue de la Ciutat de Repòs de Tarragona abrirá en 2027
La consellera de Drets Socials anuncia que las obras estarán terminadas en 2026 y el alcalde confirma que el complejo también acogerá un centro cívico y pistas deportivas municipales

El albergue de la Ciutat de Repòs.
El albergue juvenil de la Ciutat de Repòs comienza a tomar forma después de que el recinto lleve 14 años cerrado. Así se ha podido constatar esta mañana durante una visita de obras al complejo, encabezada por la consellera de Drets Socials i Inclusió, Mònica Martínez Bravo, y el alcalde de Tarragona, Rubén Viñuales.
El cambio en la fisonomía se ha hecho evidente desde la entrada misma, donde ya se ha desmantelado el techo del edificio principal. Aunque, como explicaba el arquitecto de la obra, Enric Tarrida, se mantendrán los pórticos de hormigón y la torre que hacen que el complejo sea reconocible.
La consellera Martínez Bravo ha anunciado que se espera que las obras estén terminadas a finales de 2026, por lo que los primeros huéspedes podrían comenzar a alojarse en 2027.

Las autoridades, durante la visita.
Un recorrido por la zona permite ver el efecto del paso del tiempo y la impresionante vegetación, como un pino enorme que crece en una especie de patio interior de la zona de recepción, o las enredaderas que trepan por las paredes de la iglesia. Eso sí, también se nota cómo ya solo queda el esqueleto de algunos chalets.
La "joya de la corona"
La inversión total asciende a 15 millones de euros, de los cuales 12 millones provienen de los fondos Next Generation y el resto de la Generalitat. La consellera Martínez Bravo ha asegurado que el equipamiento está destinado a ser la "joya de la corona" de la red de albergues Xanascat en Cataluña, que cuenta con 40 centros.
La consellera ha destacado la importancia de reactivar este espacio, ubicado en un lugar “idílico”, y ha enfatizado el compromiso del Govern de la Generalitat en rehabilitar equipamientos públicos en desuso —desde residencias de ancianos hasta centros de día y albergues— para responder a las necesidades de la ciudadanía.
La primera fase de rehabilitación ofrecerá alojamiento para hasta 204 personas, aunque la consellera también ha reconocido que el Departament está estudiando cómo abordar una segunda fase para aprovechar todo el potencial del espacio.
El alcalde, por su parte, aprovechó para explicar que ayer se reunieron con los vecinos para ponerles al día de la evolución del proyecto y esclarecer todas las dudas que se han sembrado desde el principio. Fue categórico al rechazar los rumores que han circulado sobre el futuro uso del espacio, desmintiendo "otras opiniones infundadas y falsas", como las de un posible "turismo de borrachera". El alcalde aseguró que el espacio acogerá a "niños y niñas, escuelas y familias".
Además, el alcalde subrayó el beneficio directo de estas obras para la zona de Llevant. Gracias al proyecto del albergue, el Ayuntamiento de Tarragona ha aprovechado la oportunidad de que se reserve una parte del edificio de recepción y las pistas deportivas situadas al otro lado de la carretera para la ciudad. Esto permitirá la creación de un Centro Cívico y equipamientos deportivos municipales, “algo que el barrio nunca había tenido”.
La documentación para la adquisición ya ha sido presentada al patrimonio de la Generalitat. Para poder encargar el proyecto será necesario contar con la mutación demanial de cada uno de los dos espacios, que se hará por separado. En el caso de las pistas deportivas, además, se consultará con los vecinos cuáles son las principales necesidades.
Conservar la fisionomía
El arquitecto Enric Tarrida, cuyo estudio ganó el concurso en 2023, ha señalado que este albergue es diferente a los usuales porque está diseminado en el territorio, compuesto por casetas, chalets, zonas de comedor, cocina, iglesia y área deportiva.
La intervención del proyecto, que se centra en 45.000 de los 75.000 metros cuadrados totales del solar, consiste en una rehabilitación integral sin añadir construcciones nuevas, simplemente "actualizar todas las instalaciones".
El grueso de la obra se concentra en el edificio principal (casi 4.000 metros cuadrados), destinado a comedor, cocina, lavandería y salas polivalentes. Tarrida confesó que, aunque ya sabían que la obra era "inmensa", no habían previsto el grado de deterioro en que se encontraba el edificio.
Respecto a la eficiencia, Tarrida indicó que se está buscando el mínimo gasto energético posible, con una buena aislación térmica y la instalación de placas solares en la cubierta del edificio principal. En cuanto a las casetas, antes previstas para una familia por planta, ahora se dividirá el uso en unidades habitacionales con dos o tres habitaciones con literas, sala de estar y baño compartidos.