Saül Garreta: "Debemos seducir sin dogmatismos al votante no tradicional de Esquerra»

¿Por qué da el paso?

En junio del 2024 gente destacada del partido, como Jordi Salvador o Laura Castel, me comentaron que valorara postularme, ya que les sorprendió positivamente mi trabajo en el Port, además de mi trayectoria fuera de la política. El objetivo era presentar una cara renovadora, con un proyecto de ciudad que permita recuperar una ilusión que se estaba perdiendo.

¿Dijo que sí al instante?

Tardé tan poco como cuando Pau Ricomà me propuso ser el presidente del Port. Pensé que en la Autoritat Portuària había sacado mi mejor versión, sorprendiéndome a mi mismo y formándome en finanzas o economía. Creo que ayudamos a cambiar cosas para mejorar la vida de la gente.

Usted reivindica que debe iniciarse un nuevo ciclo. ¿Qué debe cambiar ERC para volver a aspirar a la alcaldía?

Hay una muy buena base sin la cual sería imposible plantearse recuperar la alcaldía. Lo veo más como una evolución, pero creo que en 2027 no será suficiente con hacer lo mismo que en 2019. El mundo está muy complicado, con pirómanos como Trump y la extrema derecha.

Sorprende que inste a la renovación en Tarragona cuando en el Congreso para la presidencia del partido usted optó por Junqueras, líder de ERCdesde 2011. ¿Es una contradicción?

«Puedo aportar ideas y un liderazgo colectivo. En 2027 no será suficiente con hacer lo mismo que en 2019 para recuperar la alcaldía»

No. Vengo de una familia republicana de toda la vida, con abuelos exiliados, mi padre fue diputado en el Parlament y yo, de pequeño, enganché carteles de ERC por todas partes...

¿Ha votado siempre a ERC?

Siempre, aunque tuve una infidelidad en el segundo Tripartit, que opté por la CUP. No he votado nunca ni a socialistas ni a convergentes. También flirteé con Procés Constituent de Oliveres, pero desconecté con Forcades. Junqueras fue quien me reconcilió con ERC, por esto en 2015 fui a la lista de Ricomà, ayudando cómo pude desde el sector privado. Su gobierno hizo una gran labor, plantando cara a las empresas como la de la basura, que tienden a hacer lobby.

¿Qué cree que puede aportar? 

ERC necesita caras nuevas para iniciar un nuevo ciclo, sino será muy difícil recuperar la alcaldía. Puedo aportar ideas y un liderazgo colectivo.¿Dónde estaba Tarragona cuando se puso la estación del Camp?

Quiere que ERC sea un partido «grande y útil». ¿No lo es?

Sí que lo es. Lo tiene todo para ser el gran partido de Catalunya. Por esto debemos seducir sin dogmatismos a la gente que no es votante tradicional de ERC.

Joan Tardà destaca que usted no es «dogmático»

No, y a medida que me hago mayor lo soy menos. Soy de izquierdas, independentista y republicano, pero me puedo entender con todo el mundo. Deberemos hablar con empatía con el resto de fuerzas sobre reindustrialización, intermodalidad, del Camp de Tarragona...

Si es alcaldable y fuerza más votada, ¿cuál sería el primer partido con el que hablaría?

Mis líneas rojas son la extrema derecha y las formaciones xenófobas o involucradas en casos de corrupción. Vamos a ganar y tendremos capacidad de diálogo, como ya demostré –con empatía– en el Port con la polémica de los estibadores.

¿Cómo sería el Garreta alcalde?

No voy a engañar a nadie, no podré cambiar muchas cosas que me gustarían. Lo que sí que puedo hacer es que Tarragona sea una ciudad dinámica.

¿Y su primer objetivo?

Que no pasen cosas como que se nos va la Vall de l’Hidrogen. Tengo una frustración absoluta, había empresas que querían hacer grandes inversiones en Tarragona.

¿Usted estaba en contra del impuestazo a la industria?

No. Estaba a favor, pero proponía aplicarlo sobre los beneficios, no sobre la facturación. Así lo expuse en el consejo de administración del Port, en el que estaba Xavier Puig.