Nueva protesta en Tarragona contra la Zona de Bajas Emisiones: una marcha lenta recorre la ciudad
Es la segunda manifestación contra la medida que entrará en vigor el 31 de diciembre de 2025

La marcha lenta ha transcurrido por varios puntos de la ciudad de Tarragona
Tarragona ha vuelto a ser escenario este sábado de una protesta contra la futura implantación de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE). Decenas de coches se han concentrado en el parking de Les Gavarres, junto al restaurante KFC, para iniciar una marcha lenta hasta el centro de la ciudad, avanzando en fila de uno y haciendo sonar el claxon como muestra de rechazo.
Bajo el lema “Stop ZBE”, los participantes han denunciado que la normativa perjudicará a vecinos y trabajadores que dependen del coche particular para desplazarse. Se trata de la segunda manifestación en menos de un mes, tras la convocada por Vox en septiembre, en la que varias decenas de vehículos realizaron una caravana entre Reus y Tarragona, con paradas en puntos emblemáticos como el Balcó del Mediterrani y la plaza Imperial Tarraco.
La ZBE de Tarragona entrará en vigor el 31 de diciembre de 2025, fecha a partir de la cual se sancionará a los vehículos más contaminantes —aquellos sin distintivo ambiental (0, ECO, C o B)—. La medida afectará principalmente a coches de gasolina anteriores a 2000 y diésel matriculados antes de 2006.
El Ayuntamiento estima que actualmente una cuarta parte del parque automovilístico de la ciudad no dispone de etiqueta ambiental, aunque la cifra se ha reducido en los últimos años. Los vehículos domiciliados en Tarragona y registrados en el censo municipal contarán con un año adicional de margen, hasta finales de 2026, mientras que los coches de personas con movilidad reducida, servicios municipales y profesionales quedarán exentos.
La ZBE abarcará el centro de Tarragona y la Part Alta, delimitada por la avenida Vidal i Barraquer, la avenida Catalunya, el paseo Sant Antoni y el Moll de Costa, entre otras vías. La restricción se aplicará de lunes a viernes, de 7 a 19 horas, excepto festivos.
Con esta nueva movilización, los contrarios a la medida buscan mantener la presión sobre el consistorio, que modificó recientemente el calendario de aplicación para cumplir con los requisitos del Gobierno central, condición necesaria para mantener las ayudas al transporte público.