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Salud

Los polígonos industriales de Tarragona concentran tanto amianto como la superficie del Retiro

148 complejos, el 64% del total que hay en el Camp de Tarragona y las Terres de l'Ebre, tienen restos de este material cancerígeno. Quedan más de 20.000 toneladas por retirar, el equivalente al peso del Titanic

Un operario retira restos de amianto de un tejado.

Un operario retira restos de amianto de un tejado.Generalitat de Catalunya

Raúl Cosano
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Como el peso del Titanic, como un iceberg tamaño medio o un rascacielos de 20 pisos. Esa es la equivalencia del amianto que queda en las cubiertas de los polígonos industriales de Tarragona. O, lo que es lo mismo, una cantidad tan extensa como todo el parque del Retiro, 170 campos de fútbol, tres veces el Vaticano o la mitad de Mónaco. 

Un total de 148 polígonos tienen tejados con amianto. En global, hay 1.322 cubiertas afectadas, según el mapa elaborado por la Comissió per a l’Erradicació de l’Amiant y el Institut Cartogràfic i Geològic de Catalunya (ICGC). Solo la Terra Alta se salva de los vestigios de este material utilizado durante décadas en la construcción por su gran resistencia al fuego y a la corrosión. 

El Tarragonès, con 362 tejados repartidos en 31 polígonos, es la comarca que más acumula, por delante del Baix Ebre (29 polígonos, 190 tejados) y de la Conca de Barberà (22 zonas industriales, con 95 cubiertas). El Pla Nacional per a l’Erradicació de l’Amiant (2023-2032) presentó hace más de un año el censo de tejados configurados con este material tóxico y nocivo para la salud, de la mano del ICG. 

Un desafío por delante

Aquella radiografía general se complementa ahora con una más específica que cuantifica el fibrocemento que permanece en estos contextos de fábricas. El resultado indica que la retirada de esta material es todo un desafío por delante: el 64% de los polígonos de las comarcas tarraconenses lo tienen. Por municipios, no siempre la mayor dimensión de la población se traduce en más presencia del amianto, sino que influye mucho el peso de la industria. En Tarragona capital, cuatro de sus cinco polígonos albergan estos restos, entre ellos Entrevies, Riu Clar o Francolí. En Reus, sucede en seis de sus ocho recintos, tales como Agroreus o Tecnoparc. 

En Tarragona capital, cuatro de sus cinco polígonos albergan fibrocemento en sus cubiertas

Pero el balance es mayor, por ejemplo, en Montblanc, con diez polígonos de 15 afectados, o en Tortosa, con nueve de 15. Perafort, con siete complejos, Bellvei (cuatro), Camarles (seis), Roquetes (seis) o Santa Coloma de Queralt (seis) son otras muestras de núcleos reducidos que tienen áreas empresariales con la presencia de asbesto. 

En el global de Catalunya, aproximadamente siete de cada diez polígonos tienen restos. Hay 362 municipios implicados, mientras que 105 poblaciones contienen más del 50% de esta materia en sus polígonos. 

Prohibido desde 2002

En España, la fabricación y el uso del amianto están prohibidos desde 2002, aunque aún quedan miles de instalaciones que contienen. Al considerarse un residuo peligroso, su retirada deber hacerse conforme a protocolos específicos de seguridad y a cargo de empresas autorizadas. El amianto se encuentra habitualmente en tejados, depósitos, bajantes o jardineras. Es potencialmente peligroso porque si estos materiales se deterioran liberan microfibras que pueden penetrar en el cuerpo por las vías respiratorias y provocar diferentes tipos de cáncer. La Generalitat indica que estas enfermedades pueden tardar “entre 20 y 40 años en aflorar”. 

El Govern admite su preocupación por estos retos. Ha identificado casi un millón de toneladas por retirar y, además, el tiempo apremia. “En 2030 más del 85% de estos materiales habrán superado su vida útil y constituirán un problema de salud pública, laboral y medioambiental”, reconoce el ejecutivo catalán. El desafío es ingente porque los plazos son cortos. La UE dos fechas como escenarios: en 2028 tiene que haberse retirado todo el amianto de los edificios públicos y en 2032 el resto. Por eso el Pla Nacional abarca desde 2023 hasta ese 2032 de referencia. 

A la hora de la retirada, los criterios dan especial prioridad a los espacios con más densidad de población, a la proximidad del material a la ciudadanía o a los usuarios de esos inmuebles, al grado de manipulación o al estado de conservación.

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