Tarragona

Sanidad

Uno de cada cuatro tarraconenses que sufre un ictus severo es derivado a Barcelona

Según cálculos epidemiológicos, si el servicio de trombectomía -el tratamiento para ictus más graves- estuviera activo 24 horas, se practicarían entre 150 y 170 intervenciones al año

La mayoría de tarraconenses son derivados al Hospital de Bellvitge.

La mayoría de tarraconenses son derivados al Hospital de Bellvitge.FOTO: Hospital Bellvitge

Carla Pomerol

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Uno de cada cuatro pacientes de la demarcación de Tarragona que sufre un ictus severo es derivado a un hospital de Barcelona para ser tratado. Así se puede extraer de los datos del año 2024, facilitados por el Departament de Salut. 

El año pasado, el Hospital Universitari Joan XXIII de Tarragona, centro de referencia en ictus en el sur de Catalunya, atendió a un total de 700 Código Ictus y realizó 73 trombectomías y 104 trombólisis -dos tipos de tratamientos-. 

Además, se derivaron 64 pacientes de ictus a hospitales de Barcelona. De estos, 43 eran vecinos del Camp de Tarragona, mientras que los 21 restantes de las Terres de l'Ebre. La mayoría de pacientes derivados fueron intervenidos en el Hospital Universitari de Bellvitge. 

Los enfermos deben ser trasladados a Barcelona porqué en Tarragona solo se practican trombectomías de ocho de la mañana a ocho de la tarde, de lunes a viernes. Las noches, fines de semana y festivos el servicio no está activo y, por lo tanto, si un tarraconense sufre un ictus fuera del horario marcado debe ser derivado de inmediato a un hospital de Barcelona. Un agravio comparativo con otros territorios, que puede tener unas consecuencias fatales. El tiempo es oro cuando hablamos de un ictus. 

Lo peor de todo es que no todos los casos que se trasladan acaban en éxito. Según fuentes del Diari, el año pasado solo se pudieron intervenir quirúrgicamente un 30% de los casos que llegaron a los hospitales barceloneses. Para el resto, ya era demasiado tarde y el tratamiento no hubiera servido para nada.

Estos datos demuestran que el tiempo que se tarda en el traslado puede ser crucial para el paciente. Cuanto más rato se tarda en aplicar el tratamiento, más secuelas quedarán en el cerebro del enfermo. 

Trombectomía y trombólisis

En algunos casos, los profesionales del Joan XXIII, al recibir un paciente grave de ictus a partir de las ocho de la tarde o en fin de semana, toman la decisión de no derivarlo porque el traslado puede ir en contra del estado de salud del paciente.

En condiciones normales, a este tipo de enfermo se le practicaría una trombectomía -es decir, sacar el coágulo del cerebro con un instrumento-, pero como el servicio no está disponible las 24 horas del día, la única opción que queda es la trombólisis -que es un tratamiento farmacológico, que se recomienda aplicar en caso de que la obstrucción tenga lugar en arterias pequeñas-.

Las palabras de la consellera

Tarragona y Lleida son las únicas provincias que no cuentan con el servicio de trombectomía las 24 horas del día, los 365 días del año, y que se ven obligados a trasladar sus pacientes hasta Barcelona.

El Hospital Arnau de Vilanova de Lleida, al igual que el Joan XXIII, también ofrece el servicio de forma parcial. En Girona, el Hospital Josep Trueta dispone del tratamiento de manera continuada. En el caso de Barcelona, son seis los centros que ofrecen el servicio durante todo el día. Son Bellvitge, la Vall d'Hebron, el Clínic, el Germans Trias i Pujol, el Hospital de la Santa Creu i Sant Pau, el Hospital del Mar. Finalmente, en Sabadell, también está el Parc Taulí.

La consellera de Salut, Olga Pané, en una intervención en el Parlament el pasado jueves, justificaba la falta del servicio de trombectomía 24 horas en Tarragona porque había "pocos" casos de ictus. Concretamente uno cada tres días, dijo la misma consellera. Además, también aseguraba que la mortalidad por ictus, tanto en Tarragona como en Lleida, era inferior a la media catalana. 

Se trata más en Joan XXIII que en el Hospital del Mar

Otro dato que también sorprende tras escuchar las palabras de la consellera es que hay hospitales de Barcelona que se practican menos trombectomías que en el Joan XXIII. 

Según los cálculos epidemiológicos, si el servicio estuviera abierto durante todo el día se llegarían a realizar entre 150 y 170 trombectomías al año, lo que superaría el número de intervenciones que se hacen en el Hospital Josep Trueta de Girona e igualaría las del Hospital Germans Trias i Pujol.

Faltan profesionales

Pese a las declaraciones de la consellera, lo cierto es que desde el Departament de Salut se están dando los primeros pasos para ampliar la unidad de ictus del Hospital Joan XXIII. Muestra de ello es que hace unos meses, la Generalitat contrató un anestesista extra para los fines de semana. El problema ahora es que no se encuentran radiólogos intervencionistas -perfil profesional clave para las trombectomías- para poder ampliar el horario. 

Sindicatos, trabajadores y pacientes coinciden en opinar que, quizás, si se mejorarán los contratos laborales de estos profesionales, acabarían aceptando la oferta. 

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