Caen las reservas de libros de texto en Tarragona por la incertidumbre
La compra de los manuales ha bajado hasta un 50% en papelerías de Tarragona debido a las dudas de los padres. Hay libreros que creen que el curso arrancará sin material para algunos

Antonio Díaz (izquierda), con libros de texto en La Pajarita, la librería de Torreforta que regenta.
Es un síntoma más de la incertidumbre general que impera, sobre todo entre padres y madres. Las compras y reservas de los libros de texto han caído en Tarragona entre un 20 y un 50% ante el arranque de curso más excepcional que se recuerda. «Llevamos un ritmo significativamente inferior de reservas respecto a otros años. Ahora parece que en los últimos días se ha acelerado pero solo un poco», reconoce Joan Peñes, gerente de Galatea Llibres, un establecimiento de referencia en Reus. «Normalmente, a partir de Sant Pere, o ya en julio, se hacían las reservas, pero este año no, e intuimos que es porque los padres no han sabido qué hacer hasta este momento», cuenta Peñes, que cifra el descenso en un 50% aunque confía en que la situación remonte de aquí al día 14, la fecha marcada para la vuelta a las aulas en esta pandemia. «Hay menos reservas, pero los libros, al fin y al cabo, se acabarán necesitando. Ahora parece que la gente se empieza a despertar. La situación es complicada, los padres no sabían si el curso empezará, no saben si arrancarán y tendrán que volverse a casa», añade Araceli Anguera, otra librera de Reus, que en su caso habla de un retroceso del 20% a estas alturas.
Aunque solo algunos padres han decidido plantarse y no llevar a sus hijos al colegio, debido a los riesgos de contagio que puede comportar para los hogares con miembros vulnerables, son muchos más los que se preguntan si deben comprar los libros de texto y cuándo hacerlo. «La gente se está esperando más que otros años, y hasta última hora no se decidirá. Nosotros no trabajamos ya tanto con libros de texto, pero sí que solemos ser los salvadores de última hora para la gente que no encuentra. De todas formas, sí hemos notado que los encargos son más tardíos», admite Ricard Espinosa desde la librería La Capona, en Tarragona.
«Tienen miedo»
Basilio Castillo, responsable de una histórica librería y papelería en el barrio de Torreforta, reconoce la tendencia: «Las reservas son mucho más tardías, fundamentalmente porque muchos de los padres tienen miedo. Me dicen que este año no quieren correr para comprar los libros si luego no van a valer. Hemos notado un 50% menos de reservas».
A este contexto lleno de dudas no ayuda el desenlace tan heterogéneo y diverso del curso pasado, a la hora de aplicar tecnologías de estudio como la enseñanza a distancia. Igualmente, ese retraso en la adquisición de libros apunta a un posible aumento del absentismo cuando arranque el curso. En El Tancat, una librería en El Vendrell, el bajón también se ha notado. «Este año vamos mucho al ralentí. Otras veces a finales de junio ya se hacían los encargos, pero ahora no. Justo vienen ahora. Antes me arriesgaba y pedía 20 o 25 libros de una vez, pero ahora no, voy de cinco en cinco, porque luego no puedes devolver a la casa más de un 12% de lo que no hayas vendido», explica Remei Rodríguez, propietaria, con más de 30 años de experiencia en el sector. «Hay padres que tienen temor y que no se han decidido a comprar hasta ahora, pero está claro que cole va a haber y será presencial. Entre los padres hay opiniones para todos. Lo que yo pienso es que con miedo no podemos vivir», indica Remei Rodríguez.
Antonio Díaz regenta la librería La Pajarita, en la calle Sant Benilde de Torreforta. Como responsable de este clásico de los libros de texto en los barrios de Ponent, confirma la tendencia: «Hasta ahora hay muy poca gente que haya venido a por libros. Ahora parece que se está animando, pero muy poco, no hay demasiado movimiento».
Para Díaz, la incertidumbre es la clave de todo, aunque también la precaria situación social provocada por las consecuencias del virus. «La economía también influye. Hay familias que hasta última hora han estado aguantando a ver si se podían librar de los libros». Díaz ha notado un descenso del 50% de reservas y entiende que «habrá estudiantes que empezarán el curso sin los libros y los comprarán luego».
Tanto él como otros libreros creen que en los próximos días se acelerarán las compras. «Supongo que a partir de la semana que viene se notará un incremento, pero iremos con prisas como pasa siempre. Ahora muchos lo quieren rápido. En un año normal, en junio ya estamos haciendo reservas, pero esta vez nos hemos plantado en bien entrado septiembre y quedan muchos encargos por hacer», dice Díaz.
Hacia más material telemático
No siempre la causa de estas demoras se achaca a la inquietud de los progenitores. En ocasiones, este retraso se debe a los cambios en los planes educativos de cada centro, como afirma Lidón Gasull, directora de la Federació d’Associacions de Mares i Pares d’Alumnes de Catalunya (FaPaC): «Puede ser que los centros hayan rehecho sus planes y estén tardando más en ponerse en contacto con las familias. Por eso se está yendo con retraso. Los libros se comprarán igual pero más tarde».
Es en estos días en los que las plantillas de profesores han vuelto al trabajo cuando los procesos se están acelerando, con contactos directos entre las familias y los docentes, aunque según Gasull puede haber otro factor en liza: «Quizás hay centros que están cambiando la programación siguiendo planes de digitalización, apostando por más materiales audiovisuales que permitan seguir las clases por una vía telemática en el caso de que haya que hacer confinamientos».
En ese caso, la caída de reservas de los libros sería definitiva, pero está por ver. «Dependerá de cada centro pero puede ser que haya colegios que prescindan más del libro y de los textos y que confíen en otros modelos a distancia, para facilitar la educación ‘on line’ en previsión de que haya que aplicar cuarentenas o que los alumnos tengan que regresar a sus casas durante unas semanas si se producen contagios», indica Gasull desde FaPaC.