El litoral de Tarragona cuenta con 20 nuevas boyas ecológicas
Los biotopos artificiales han sido creados por Miquel Rota. Son únicos en el mundo y los ha financiado Repsol

En la imagen, las boyas dentro del barco que las llevará a su lugar para instalarlas.
El litoral de la costa tarraconense cuenta con 20 boyas ecológicas más. Ayer se instalaron las 15 primeras: 7 de ellas en Tarragona, en la playa de Tamarit; otras 5 en Altafulla y 3 más en Torredembarra. Las 5 restantes se instalan hoy en l’Hospitalet de l’Infant. Los biotopos artificiales han sido creados por Miquel Rota y los ha financiado Repsol. «Están construidos con un cemento natural que proviene de debajo del Pedraforca. Este material, que no lleva ningún aditivo, se vuelve más duro debajo del agua con el paso del tiempo. Esto se debe a que su origen es marino», explicaba Rota en la presentación frente a los medios.
Con la suma de estas 20 boyas el litoral tendrá 86 biotopos. La primera instalación se realizó el año pasado, aunque su creador lleva tiempo ideando el proyecto. «Desde el 2012 estoy intentando mejorar los biotopos. Los primeros que ideé eran muy lisos, y los erizos de mar los invadían. Con el nuevo cemento y el carbonato de calcio, han quedado mucho más rugosos, de modo que los peces lo tendrán más fácil para poder crear su casa», expresaba Rota. Por su parte, el responsable de comunicación de Repsol, Josep Bertran, subrayaba que «con el proyecto de Miquel Rota vimos que podríamos darle un valor añadido al balizamiento de nuestras playas». Un plus ecológico que permite «crear un oasis en medio del desierto y ofrecer a los peces una casa», ratificaba Rota. Por otro lado, el director de Desarrollo Corporativo de l’Autoritat Portuària, Joan Basora, afirmaba que «este proyecto se ha llevado a cabo gracias a la perseverancia de muchas personas» y «nos asegura preservar el litoral».
Cabe destacar que las boyas cuentan con un innovador sistema de boya intermedia que hace flotar a la cadena sobrante a la que está atada, por lo que en caso de temporal el fondo marino no sufre. Cuando pase la temporada estival, los buzos tan sólo tendrán que retirar la cadena que va desde la boya intermedia hasta la superficie. El resto de la estructura, que habrá atraído a fauna y flora, se quedará intacto. Las boyas se podrán localizar mediante un sistema de GPS.