¿Por qué nadie le cree?

‘Creedme’. Netflix ha vuelto a dar en la tecla con esta miniserie sobre un tema tan delicado como las violaciones y su investigación

04 octubre 2019 17:19 | Actualizado a 04 octubre 2019 17:34
Se lee en minutos
Participa:
Para guardar el artículo tienes que navegar logueado/a. Puedes iniciar sesión en este enlace.
Comparte en:

«Nadie acusa a una víctima de robo de mentir o a quien dice que le han robado el coche, pero si es una agresión sexual...». Esta frase, pronunciada por uno de los abogados, es un claro ejemplo de lo que trata Creedme, la nueva miniserie que ha producido Netflix.

El 11 de agosto de 2008, en Lynnwood, estado de Washington, Marie Adler (Kaitlyn Dever), una joven de 18 años, denunció que había sido violada. En los siguientes días tuvo que contar hasta en cinco ocasiones su versión a la policía hasta que un día ya no pudo más y tras ver cómo el agente encargado de su caso comenzó a cuestionar sus declaraciones, optó por reconocer que se lo había inventado todo. Pero precisamente ahí es cuando mintió, sí la habían violado. Marie pasó a formar parte de una triste estadística que dice, que un porcentaje de víctimas prefieren retractarse a seguir soportando el cuestionamiento continuo por parte de la policía y hasta, en muchas ocasiones, de su propio entorno. Porque a veces lo peor no es que te violen, es tener que explicarlo constantemente con todo lujo de detalles.

Tres años después, en 2011, las agentes Grace Rasmussen (Toni Collette) y Karen Duvall (Merritt Wever), que trabajan para la policía de Westminster y Golden, en el estado de Colorado, respectivamente, unen sus fuerzas para investigar una serie de violaciones que tienen el mismo modus operandi y que parecen estar perpetradas por la misma persona.

La serie realiza continuos saltos temporales hacia 2008 y viceversa para mostrarnos, de una manera clara, los paralelismos entre el caso de Marie y los de 2011. Nos pone los pelos de punta ver la enorme diferencia que hay entre el trato recibido por Marie por parte de los policías encargados de su caso y el que reciben de Rasmussen y Duvall las víctimas que ellas investigan. La manera de mostrar al espectador todo esto es el hecho diferencial de Creedme. Es una serie que no se centra en lo escabroso del tema, no nos muestra imágenes crudas de mujeres desnudas y violentadas, ni hace hincapié en los detalles más morbosos, que existen. En Creedme optan por mostrar cómo una violación afecta a la víctima a nivel físico pero, sobre todo, emocional, de qué manera una chapuza de investigación policial puede arruinar la vida de una persona y convertirla de víctima en culpable. Y nos da un rayo de esperanza al ver que, tal como nos muestran Grace Rasmussen y Karen Duvall, hay una manera muchísimo más acertada de llevar a cabo una investigación de violación.

Realmente increíble
El título de la serie en inglés es Unbelievable, increíble en español, y creo que es un título totalmente acertado. Me parece increíble cómo Marie Adler fue acosada por la policía y su entorno poniendo en duda su versión de los hechos, ignorando las pruebas más básicas que estaban por todo su cuerpo. No hay peor ciego que el que no quiere ver. Me parece más increíble todavía cómo la justicia se ceba en ella y cómo la gente que se supone que debía protegerla y ayudarla le dan la espalda.

Si a todo esto le sumamos que la serie está basada en hechos reales, el nivel de estupefacción en máximo. La actriz, Kaitlyn Dever, hace un papelazo interpretando a Marie Adler. Consigue que empaticemos con ella desde el minuto uno y que cada vez que aparece en pantalla nos den ganas de gritarle el, por desgracia famoso lema, «yo sí te creo hermana». Y es que, personalmente, mientras estaba viendo la serie no podía evitar pensar en las semejanzas con el caso de La Manada y el acoso al que se vio sometida la víctima por parte del abogado defensor, llegando a ponerle un detective para que la siguiera y demostrar que hacía ‘vida normal’ después de ser violada. Lo dicho, increíble. Toni Collette y Merritt Wever están magníficas en su papel de unas policías que saben lo que llevan entre manos, y lo difícil que es para cualquier mujer pasar por el trance por el que están pasando.

Creedme está a cargo de Susannah Grant como creadora y guionista y es una adaptación del libro homónimo escrito por los periodistas T. Christian Miller y Ken Amrstrong, que en 2015 realizaron una ardua tarea de investigación sobre el caso de Marie Adler y las policías Rasmussen y Duvall y que fue merecedor del premio Pulitzer al mejor reportaje explicativo en 2016.

Creedme está realizada de manera excepcional, consiguiendo en cada momento la atmósfera deseada. Cuando la acción transcurre en 2008 y vemos el caso de Marie, la luz es gris y plomiza, dando una sensación de angustia constante, mientras que cuando la acción pasa en 2011 los colores son más vivos y pastel y brilla el sol y aunque los casos son escalofriantes, la esperanza se abre paso.

A su vez consigue algo que parecía difícil y es que no lleguemos a odiar del todo al policía que erró con Marie, mostrándonos a una persona con fallos, que asume sus culpas y que está totalmente arrepentido de todo lo sucedido, aunque de poco le sirve a Marie.

Además, el tono de la narración es perfecto. La serie va cogiendo velocidad de crucero conforme van pasando los capítulos y la investigación de Rasmussen y Duvall avanza. En Creedme, aunque parezca mentira, la importancia del violador es secundaria, centrando todo el interés en las víctimas y en cómo les afecta lo sucedido. En definitiva, es una serie que si no estás viendo, deberías estar haciéndolo.

Comentarios
Multimedia Diari