Un hombre, que mintió para intentar evitar que su amigo fuera condenado por conducir una motocicleta sin carnet y por negarse a efectuar la prueba de alcoholemia –fue declarado igualmente culpable–, ha visto ahora como la Audiencia Provincial de Tarragona le imponía tres meses de prisión y el pago de una multa de 270 euros como autor de un delito de falso testimonio.
Inicialmente, la pena que fijó el Juzgado de lo Penal 4 de Tarragona fue de cinco meses de cárcel y 360 euros de multa.
El acusado, de nacionalidad española, declaró en calidad de testigo en un juicio celebrado el 20 de septiembre de 2016 en el Juzgado de lo Penal 1 de Tarragona. En el banquillo de los acusados se tenía que sentar un amigo suyo –que no compareció–, acusado de un delito contra la seguridad vial por conducir sin carnet y otro de desobediencia por negarse a someterse a las pruebas de alcoholemia.
Durante la vista oral, el ahora condenado, después de ser apercibido de que tenía la obligación de decir la verdad, declaró que era él quien conducía la moto. Pero el juez no dio credibilidad a dicha versión y se instó a abrir un procedimiento penal contra él por mentir en un juicio.