Este sábado, la Baixada de la Peixateria y el Cós del Bou se llenaron de vida, sátira y locura. La XVI Baixada del Pajaritu se volvió a celebrar después que en los últimos dos años no se pudiera realizar debido a la pandemia.
A las nueve y media de la mañana las diferentes andròmines se apoderaron de la plaza del Rei. Una hora y media más tarde, el acto daba el pistoletazo de salida.
En total, participaron 18 andròmines y más de 250 personas. El presidente de la Associació d’Amics de la Colla Jove -entidad impulsora del acto- Jordi Castro aseguró que «la vuelta ha superado todas las expectativas que teníamos. Sabíamos que la gente tenía muchas ganas después de estos años de parón debido a la pandemia y lo ha demostrado». Castro comentó que «tanto para la Associació como para la Colla Jove Xiquets de Tarragona es todo un honor que el ayuntamiento nos proponga organizar la Baixada del Pajaritu».
La temática de las andròmines fue diversa, pero todas tenían una cosa en común: eran de construcción propia. Payasos, jirafas, una tribu africana y emperadores romanos que se disputan la alcaldía de Tarragona son algunas de las creaciones que se pudieron ver. Aunque la mayoría iban con la única intención de pasárselo bien, había quien aprovechaba la iniciativa para reivindicar alguna cosa. Por ejemplo, hubo un grupo que a través de su disfraz y andròmina quiso denunciar el maltrato animal y otros su oposición al Hard Rock.
Los cientos de tarraconenses allí presentes se lo pasaron en grande. La mayoría eran familias y grupos de amigos disfrazados. «Cada año venimos para ver a la gente bajar con las andròmines. Es cierto que este año hay propuestas muy divertidas. Se lo curran mucho», comentaban un grupo de chicas. Por otra parte, había quien creía que «la Baixada del Pajaritu ya no es lo que era. Antes la gente bajaba más rápido y la mayoría se pegaban batacazos. Este año no ha sido así y creo que se está perdiendo la esencia del acto», explicaba una veterana asistente.
Aun así, las dos coincidían en una cosa: «Es un día muy familiar donde todo el mundo se lo pasa bien. Creo que para los tarraconenses empieza a ser un día especial».
Los encargados de conducir el acto fueron Jorge de la Torre y Toni García, quién simulaban ser dos jueces del Constitucional. «Estamos muy agradecidos porque nos han dado la oportunidad de comentar este acto. Siempre nos lo pasamos muy bien y esperamos que en las próximas ediciones se apunten más grupos y puedan bajar muchas más andròmines», comentaban.
El jurado de esta edición lo formaron Helle Kettner, Jordi Llort, Alfredo González y Adrià Recasens. Estos fueron los encargados de valorar y premiar a las mejores y peores andróminas, así como la que se pegó el batacazo más espectacular.
Lio Parda, Africaires, el Galliner y los emperadores romanes Ricomanus y Viñualestis fueron las andròmines que recibieron un reconocimiento. En la entrega de premios también estuvieron presentes el rey del Carnaval y la Concubina.
Una vez finalizado el acto, la fiesta continuó con un vermut en el Cós del Bou. A las seis de la tarde, tuvo lugar la Rua de l’Artesania donde las diferentes comparsas con sus carrozas y los Séquitos del rey del Carnaval y la concubina desfilaron por las calles de Tarragona. El día finalizó en el mismo lugar donde empezó: en el Cós del Bou. DJ Deejay y DJ Rayo fueron los encargados de amenizar la noche con su música.