¿Un nuevo ‘kit de la droga’ saludable para las cárceles de Catalunya?
El centro penitenciario Brians 2 distribuirá papel de plata sin plomo para reducir daños entre los consumidoras de drogas inhaladas. La instrucción es interna, pero podría replicarse en otras prisiones como la de Tarragona

Una nueva polémica envuelve el sistema penitenciario catalán. En esta ocasión no se trata de la seguridad, de la falta de personal o de lesiones, problemas comunes en las cárceles de Catalunya. En esta ocasión es una iniciativa del Centro Penitenciario de Brians 2 para los internos que tienen problemas de adicción a las drogas.
Desde hace pocos días, Brians 2, a través de una nueva instrucción interna (Orden de Dirección núm. 16/2025) –a la que el Diari ha tenido acceso–, ha autorizado la distribución de láminas de papel de plata sin plomo entre la población reclusa con el objetivo de reducir los riesgos asociados al consumo de drogas inhaladas (quemadas), como parte de su estrategia de promoción de la salud y reducción de daños.
La medida se enmarca en el conjunto de actuaciones vinculadas al Programa PiX, así como al programa de mantenimiento con metadona, y ha sido impulsada por el Centro de Atención y Seguimiento a las Drogodependencias (CAS) de esta cárcel catalana. A partir de su implementación, el uso y posesión del material no será sancionable disciplinariamente, siempre que haya sido proporcionado por el propio CAS y esté debidamente acreditado.
De esta forma, los presos que son consumidores de droga tendrán un kit para este consumo bajo la supervisión de la msima cárcel.
El kit de dispensación constará de:
· Dos láminas de papel de plata (una base y un tubo, con flexibilidad en la entrega).
· Un sobre blanco.
· Un tríptico informativo.
La población a la que va dirigida esta iniciativa incluye:
· Personas que consumen drogas por vía pulmonar.
· Personas que consumen drogas por vía parenteral, incluidos usuarios del programa de intercambio de jeringuillas (PiX) que desean cambiar su vía de consumo.
· Agentes de salud internos que actúan como vínculo entre los profesionales del CAS y la población penitenciaria.
El procedimiento establece que la distribución del material se realizará en los espacios de intervención del CAS, según los criterios de acceso fijados por el propio programa. Tanto la valoración de la demanda como la entrega del material podrá ser llevada a cabo por cualquier profesional del CAS, en coordinación con su equipo.
Con esta medida, el centro penitenciario justifica que refuerza su compromiso con la salud pública y la reducción de riesgos dentro del entorno penitenciario.
¿Qué dice el Departament de Justícia?
La respuesta de Justícia explica que: desde los centros penitenciarios se vela por la salud de las personas internas en todos los ámbitos. Entre otras acciones, se ofrecen e implementan programas de prevención y desintoxicación para aquellas personas que sufren algún tipo de drogodependencia. Según datos del Departament de Salut, se calcula que un 40 % de la población penitenciaria padece problemas relacionados con las drogas.
En el centro penitenciario Brians 2 hay un Centro de Atención y Seguimiento (CAS) de las drogodependencias, que acompaña y ayuda a las personas drogodependientes en su proceso de rehabilitación a través de distintos tratamientos y programas, así como en la reducción de los riesgos derivados del consumo mientras no se ha alcanzado una rehabilitación completa.
Una de las políticas de reducción de riesgos que aplica el CAS es la distribución de papel de plata sin plomo. Esta medida favorece que el consumo de determinadas drogas se realice por vía nasal y no intravenosa, lo que evita que el daño tóxico sea mayor, reduce notablemente el riesgo de sobredosis y también disminuye el riesgo de transmisión de enfermedades infecciosas, ya que se reduce el uso de jeringuillas.
En ningún caso la distribución de estas láminas es libre ni pretende facilitar el consumo de drogas dentro del centro. Su entrega está restringida a aquellas personas internas a quienes el CAS del centro penitenciario haya autorizado.
Cabe añadir que esta medida es de aplicación habitual en los Centros de Atención y Seguimiento (CAS) de drogodependencias que hay distribuidos por todo el territorio, accesibles también para los ciudadanos que padecen esta problemática fuera del entorno penitenciario.
Con esta y otras políticas sanitarias que se aplican en todos los centros penitenciarios, el objetivo del departamento es velar por la salud de todas las personas internas y trabajar por la eliminación de la drogodependencia dentro de la población penitenciaria.