La consellera de Salut de la Generalitat, Alba Vergés, anunció ayer que el Govern levanta el confinamiento en la ciudad de Lleida y en los otros seis municipios afectados por las restricciones impuestas por la Generalitat por la pandemia de coronavirus.
Así lo explicó en rueda de prensa junto a la consellera de Presidencia y portavoz del Govern, Meritxell Budó, después de que el presidente de la Generalitat, Quim Torra, se reuniera de manera telemática con los alcaldes de la zona afectada.
Además de la capital leridana, los municipios que dejan de tener el confinamiento duro son Alcarràs, Aitona, la Granja de Escarp, Serós, Soses y Torres de Segre, aunque Vergés insistió a los ciudadanos en la necesidad mantener las medidas de prevención.
Según explicó Vergés, se ha demostrado durante estos últimos 15 días que las medidas adoptadas «funcionan» y que, por ello, pueden certificar una «tendencia decreciente» y una «estabilización de la curva epidemiológica».
No obstante, Vergés alertó de que la Lleida todavía se sitúa en la fase 4 sobre 5 de riesgo y que «no podemos relajarnos», ya que «la presión asistencial de los centros sanitarios es muy alta».
Tras esta relajación de las medidas, los bares y restaurantes podrán abrir de nuevos sus terrazas con la mitad de su aforo, con la distancia de 2 metros entre mesas y con la obligatoriedad de cerrar los locales a medianoche, y el sector comercial también podrá seguir con su actividad con un 50 % del aforo, al igual que los equipamientos deportivos y culturales.
El 50% de aforo
Por otra parte, Budó anunció que la Generalitat también relaja algunas de las restricciones que se aplicaban en el área metropolitana de Barcelona, pero las extiende a Castelldefels y Gavà, que hasta ahora no estaban incluidos en estas restricciones. Concretó que la nueva resolución del Procicat regula la actividad de empresas de servicios y comercio minorista, que podrá llevarse a cabo siempre que no se supere el 50% del aforo en los locales.
También se relajan las restricciones en los actos de culto, que hasta ahora no podían concentrar a más de 10 personas, y que ahora se amplía el aforo al 33%. Sin embargo, se mantiene la prohibición de no reunir a más de 10 personas, tanto en el ámbito privado como público, ya que asegura que es en este tipo de concentraciones donde se producen más contagios, de manera que es una medida «necesaria e imprescindible».