Identificadas 22 zonas en el Camp de Tarragona y 5 en el Ebre para construir vivienda asequible

El Govern de la Generalitat ha aprobado este martes un plan para transformar 179 sectores en suelo residencial apto para construir 214.000 viviendas hasta 2030, de las cuales entre el 40% y 50% serán de precio asequible, en respuesta a la crisis habitacional en Catalunya. 

Se trata de transformar suelo situado en esos "sectores estratégicos” en solares preparados para construir esas nuevas viviendas prometidas por el president Salvador Illa, dar respuesta a la falta estructural de oferta residencial y actuar en ámbitos donde el desarrollo urbanístico está bloqueado o pendiente de completar.

El Camp de Tarragona y las Terres de l’Ebre han sido identificados como zonas prioritarias para el desarrollo de vivienda asequible, como ya avanzó el Diari. Se han identificado 22 sectores en el Camp de Tarragona y cinco en las Terres de l’Ebre, entre ellos Mas d’en Gual (El Vendrell, Baix Penedès); ARE Eixample les Tosses (Amposta, Montsià); Les Comes (Cambrils, Baix Camp); ARE Pou Boronat (Tarragona, Tarragonès), y ARE la Canaleta (Vila-seca, Tarragonès).

Ahora, el foco se sitúa menos en la lista de municipios y más en la capacidad real de generar suelo apto para construir, un factor que condiciona directamente los calendarios y el volumen de obra nueva. La actuación va más allá de la disponibilidad inmediata de solares y se centra en “desbloquear suelos con potencial residencial que requieren gestión urbanística previa”, con la voluntad de ampliar el parque de vivienda a medio y largo plazo. En total, se han identificado 179 sectores distribuidos por el territorio, con capacidad para acoger estas 214.000 viviendas.

Vivienda asequible como eje central

El Govern subraya que una parte significativa del futuro crecimiento residencial tendrá carácter social. En este sentido, señala que “entre el 40% y el 50% de las viviendas que se puedan construir en estos sectores serán asequibles”, y que “aproximadamente la mitad de estas se destinarán al alquiler”. El objetivo declarado es reforzar la oferta protegida en un contexto de mercado tensionado y de dificultades de acceso a la vivienda, especialmente para jóvenes y familias con rentas medias y bajas.

A diferencia de otros programas en marcha, esta estrategia no se centra exclusivamente en solares ya urbanizados, sino en suelo que aún necesita trámites de planeamiento, reparcelación o urbanización. Según la Generalitat, “este trabajo previo es clave para garantizar una producción sostenida de vivienda en los próximos años”.

Complementario al despliegue territorial

La iniciativa se enmarca en una política global de vivienda que incluye otros instrumentos ya conocidos, como el Plan 50.000, pero introduce un enfoque distinto: asegurar reserva de suelo y capacidad urbanística suficiente para evitar cuellos de botella en el futuro. El Govern defiende que “sin suelo preparado no puede haber vivienda, ni libre ni asequible”, y apunta a la necesidad de planificar con horizonte 2030.

Coordinación con los ayuntamientos

El despliegue del plan requerirá una coordinación estrecha con los ayuntamientos, ya que muchos de los sectores identificados dependen de decisiones municipales en materia de planeamiento. La Generalitat indica que “liderará los procesos urbanísticos necesarios” y promoverá la colaboración con el mundo local y con operadores públicos y privados para hacer viable la transformación del suelo.

Con esta actuación, el Govern quiere establecer las bases de un crecimiento residencial sostenido y evitar que la falta de suelo disponible continúe siendo un freno estructural para el acceso a la vivienda en Catalunya.