Vila-seca
La nueva laguna de Els Prats d'Albinyana, en La Pineda, ya recibe animales
Los trabajos de restauración del espacio natural, en terrenos del Port de Tarragona, acabarán a finales de año. En otoño se plantará un bosque de ribera con más de 3.600 árboles

Visita a las obras de restauración de Els Prats d'Albinyana, en La Pineda.
Los trabajos de restauración de Els Prats d'Albinyana, en La Pineda, ya han sobrepasado el ecuador. Sobre el terreno, se ha empezado a dibujar la gran laguna que ocupará 11 de las casi 38 hectáreas del espacio protegido. Las máquinas han excavado ya prácticamente la mitad de superficie, que contará con una isla en el centro. La recuperación de esta zona húmeda, una medida compensatoria por la construcción de la ZAL del Port de Tarragona, justo al lado, culminará a finales de año.
Después de esta intervención, con una inversión de más de 2 millones de euros, Els Prats d’Albinyana se convertirán en la mayor zonas húmeda del litoral de Catalunya desde el Delta del Ebre, hasta el del Llobregat. Un espacio que ya está protegido por la Red Natura 2000 y que es hogar de especies animales de gran interés ecológico, como el escarabajo azul, la mariposa monarca, la anguila, el eslizón tridáctilo (bívia, en catalán), el sapo corredor o varias especies de serpientes, como la culebra de collar (en la imagen de abajo).
En una primera fase, que arrancó en otoño de 2024, los trabajos se centraron en limpiar y desbrozar el terreno, eliminar las especies invasoras y derruir los restos de viejas construcciones que había en la zona. En este tiempo, los técnicos del Port han capturado y trasladado más de 800 animales para que no estén en peligro mientras se desarrollan las obras.

Una de las culebras de collar que se han hallado en Els Prats d'Albinyana.
Actualmente se está perfilando la laguna artificial, un trabajo que ha puesto de relieve la gran cantidad de agua salobre del subsuelo que nutre todo el espacio. Para acabar, en otoño, se pondrá en marcha la fase de plantación de especies vegetales, con la intención de generar un bosque de ribera.
En total, se plantarán 3.650 árboles y 31.000 plantas y arbustos adaptados a espacios marinos, la mitad de los que inicialmente se preveían. «El espacio ha evolucionado bastante bien de forma espontánea y ahora ya no hay cabida para tantas especies vegetales», ha explicado Cristina Miret, directora ambiental del proyecto, durante la visita institucional que se ha celebrado este lunes.
«La fauna ya está. Lo que favoreceremos con la obertura de esta laguna, que permitirá tener aguas abiertas de forma permanente, es la presencia de patos buceadores», ha detallado. De hecho, durante la visita al espacio que se ha hecho este lunes, se ha podido observar cómo tres cercetas pardillas (xarxet marbrenc, en catalán) nadaban tranquilamente por las aguas que han emergido del freático. Se trata de la especie de pato más amenazada en Europa y que en España se encuentra en peligro crítico de extinción.
En la zona también se han detectado ejemplares de la colonia de gaviota de Audouin (gavina corsa) que vive en las instalaciones del Port. El suelo de la isla que tendrá la laguna se adaptará para poder atraer a esta especie de ave amenazada.

Imagen aérea del estado actual de los trabajos, con la mitad de la laguna ya perfilada.
«Obras como ésta devuelven al territorio parte de las heridas que hemos podido causar con las actividades humana e industrial, recuperando la naturaleza en toda su fuerza», ha declarado el presidente del Port de Tarragona, Santiago Castellà, que ha destacado que Els Prats d'Albinyana tendrán una función «pedagógica, cultural y recreativa», junto al Centro Experiencial Cal·lípolis que proyecta el Ayuntamiento de Vila-seca en unos terrenos cercanos.
Castellà ha dado mucha importancia a este futuro espacio museístico que «nos sitúa en el mapa europeo y del mundo de la biodiversidad», ha manifestado. Un centro experiencial que servirá, sostiene, «para explicar la riqueza del territorio, con espacios recuperados como este que conviven con usos industriales turísticos, urbanos o agrícolas. Será un espacio de referencia pedagógica y enclave para grupos de investigación de la universidad», ha recalcado.
Las obras de restauración, «nos permiten explicarnos como puerto de una manera muy diferente a la tradicional. Es compromiso del Port que los espacios donde actúa den paso a la vida y que convivan diversidad de actividades», ha defendido Castellà, que ha subrayado la importancia de Els Prats d'Albinyana como «una herramienta pedagógica interesante y un modelo de actuación pionero en el territorio».
«El ser humano puede hacer proyectos de infraestructuras, pero también puede recuperar espacios como este, de 40 hectáreas, que son un paso más en la trayectoria de recuperación ambiental de Vila-seca», ha destacado el alcalde, Pere Segura, recordando las actuaciones de restauración que se hicieron en el pasado en la Séquia Major o el Parc de la Torre d'en Dolça.
Mientras, la delegada del Govern en Tarragona, Lucía López Cerdán, ha afirmado que «es muy importante la preservación de espacios naturales, sobre todo en los momentos que estamos viviendo, con el cambio climático» y ha recalcado que «es un espacio inédito dentro de nuestro litoral y una de las lagunas litorales más grandes que tendrá Catalunya».
Estudiando el modelo de gestión
La Autoritat Portuària, propietaria de los terrenos, el Ayuntamiento de Vila-seca y la Generalitat de Catalunya están trabajando ya en un plan de gestión del espacio. La intención es contratar a una empresa o entidad ambientalista que garantice la conservación y gestione las visitas. Así, el espacio se mantendrá siempre cerrado y habrá un régimen de visitas limitado, similar a lo que ya ocurre en el espacio complementario de la Séquia Major. Un sendero perimetral que rodeará las 38 hectáreas y una serie de miradores a lo largo del recorrido permitirán conocer el espacio de forma controlada.
«Este es un espacio que no está en un ámbito natural muy extenso, al revés, está muy comprimido entre zonas turísticas y en el futuro zonas logísticas. Puede haber algún vertido o especies invasoras. Si queremos preservar el espacio con calidad ambiental y fomentar las especies autóctonas, tiene que haber una gestión, como ha demostrado el espacio de la Séquia Major», ha defendido Segura. «El reto es que una vez se acabe la actuación, el espacio perdure en el tiempo», ha manifestaod.