Una persecución desde La Pineda hasta El Vendrell a más de 200 kilómetros por hora –incluso por el interior del casco urbano de Tarragona–, adelantamientos por la derecha, saltarse semáforos en rojo, sortear los vehículos en las retenciones por la derecha e izquierda –e incluso por el arcén– y un coche policial dañado.
Es solo parte de la situación protagonizaba por un hombre con un coche robado, que terminó cuando intentó pasar entre dos camiones parados en la autopista cuyo espacio entre ellos era más estrecho que el del turismo.
Esta historia, digna de una película de Hollywood, comienza a las ocho de la tarde del pasado miércoles con el robo de un turismo BMW aparcado en La Pineda. La víctima se percató de la sustracción cuando fue a buscarlo.
Al día siguiente, el ladrón acudió con el vehículo a las 9.05 horas a repostar en una gasolinera situada a pie de la carretera C-51 –de El Vendrell a Valls–, en el término de Vila-rodona. Después de llenar el depósito, el conductor se marchó sin pagar. Cuando la trabajadora le recriminó los hechos y le impidió que se huyera. Él la golpeó en el brazo con el coche, haciendo saltar el airbag.
De nuevo en La Pineda
A las 12.30 horas del mismo día, los Mossos d’Esquadra recibieron información de que en un descampado de la urbanización Xalets de Salou había un turismo Seat Ibiza con el que el ladrón se había desplazado el miércoles para sustraer el BMW, por lo que agentes de paisano montaron un dispositivo.
A las 13.30 horas, llegó al lugar el BMW conducido por el posteriormente detenido. Cuando este estaba a la altura del Ibiza, el vehículo policial se puso delante para bloquearlo e impedir la huida. Uno de los agentes salió del coche camuflado para identificar al ocupante. Pero el ladrón hizo una maniobra evasiva y logró saltarse el control policial. Aceleró en dirección al mosso con intención de atropellarlo. No lo consiguió porque saltó a tiempo.
A partir de este momento se inició una persecución por diferentes carreteras, con la movilización de más de una decena de vehículos policiales. El BMW entró en la carretera C-31b –sentido Tarragona–. Al llegar a la altura de La Pineda, cogió la TV-3148 hacia Vila-seca, siendo perseguido en todo momento por el vehículo policial, mientras otras patrullas se colocaban en puntos estratégicos para realizar cortes de vía y otras se dirigían para unirse a la persecución.
Contra un coche policial
Al llegar a la rotonda de la A-7 accedió a la autovía sentido Tarragona. Al llegar al punto kilométrico 1.161 –a la altura de la salida a Constantí–, la Guàrdia Urbana de Tarragona había montado una retención para que el BMW parara. Pero lejos de hacerlo, comenzó a pasar entre los vehículos y el arcén, chocando contra el vehículo policial.
Dos motos de Trànsit de los Mossos pudieron continuar con la persecución –el coche camuflado quedó bloqueado en la retención–. El BMW salió por la avenida de Catalunya, saltándose los pasos de peatones por los que cruzaban personas. Siguió a gran velocidad por la N-240, haciendo caso omiso al semáforo que estaba en rojo y avanzando por la derecha.
El BMW dejó la N-240 y continuó por la carretera de acceso a la AP-7. Como el tráfico estaba parado, no dudó en ir en contradirección. Al circular por la autopista sentido Barcelona se encontró con que había circulación densa. Pero ello no fue inconveniente para que adelantara a los vehículos. Las dos motos de Trànsit de Mossos pudieron seguirlo en todo momento a pesar del denso tráfico.
Retención en El Vendrell
Mientras, los agentes de Trànsit de El Vendrell montaban otra retención a la altura del kilómetro 219,500 –en la salida de la capital del Baix Penedès– para que el BMW se parara. Pero al llegar a la cola, comenzó a adelantar por donde podía, incluso por el arcén. Uno de los agentes tuvo que saltar para evitar ser atropellado.
Al ver a dos camiones prácticamente en paralelo intentó circular por en medio. Pero no había espacio suficiente y quedó empotrado. El conductor salió por la puerta del acompañante y finalmente, sobre las 14 horas, acabó detenido.
Está acusado de conducción temeraria, bajo los efectos de las drogas, dos delitos de atentado a agentes de la autoridad –por los hechos de El Vendrell y La Pineda– y robo y hurto de vehículo a motor. Es un hombre de 47 años, vecino de Badalona y con decenas de antecedentes policiales.
Buscado en Barcelona
Una vez identificado al hombre en comisaría, se comprobó que la Unitat d’Investigació de Les Corts, en Barcelona, tenía un caso abierto desde el martes a raíz del hurto de una tableta electrónica en los vestuarios del Reial Club de Tennis de Barcelona.
El propietario, que se percató de que le habían sustraído, utilizó la ubicación del dispositivo, valorado en 900 euros, para saber que el ladrón se encontraba en otro club de tenis de la ciudad.
Rápidamente, mossos de paisano acompañados por el denunciante acudieron al club de tenis y observaron a un hombre en el parking que se dirigía hacia su vehículo. Cuando los agentes fueron hacia él identificándose como policías, el hombre se subió al coche, hizo una maniobra brusca y huyó a gran velocidad. En esta acción, estuvo a punto de atropellar a dos agentes y golpeó a varios vehículos que estaban estacionados en el parking.
A raíz de estos hechos, la Unitat d’Investigació continuó las gestiones y pudo identificar al hombre al que le constaban numerosos antecedentes por delitos contra el patrimonio y conducción temeraria.
Con la detención de El Vendrell, los investigadores de Les Corts pudieron resolver el hurto en el Club de tenis que se produjo el martes y le atribuyeron los delitos de conducción temeraria, hurto, atentado a agentes de la autoridad y resistencia, desobediencia a la autoridad.