'Superman', una versión heroica, audaz y... diferente

Cuando Richard Donner llevó a la gran pantalla su Superman (1978), en los cines se veían largas colas de espectadores para ver a un hombre con capa volar mientras sonaba la banda sonora de el eterno John Williams. El malogrado Christopher Reeve se enfundó tres veces más el traje con la S en el pecho (1980, 1983 y 1987) para ilusionarnos con el poder de alguien capaz de pensar y creer más en el ser humano que los propios seres humanos. Aquel Superman queda muy lejos de la imagen que después nos ofreció Bryan Singer en el 2006 con Superman Returns: El regreso -con Brandon Ruth como Clark Kent- y aún más distante de lo que hizo Zach Snyder en 2013 con El hombre de acero y 2016 con Batman v Superman: El amanecer de la Justicia o Joss Whedon y el propio Snyder en 2027 con Liga de la Justicia.

Todo ello viene a cuento porque este ‘renovado’ Superman cuenta con algunos puntos en común con sus predecesoras y otros totalmente innovadores que no dejarán indiferentes a nadie. Para gustos están los colores. Pero una cosa está clara: James Gunn ha querido darle su particular toque personal, atrevimiento y audacia.

Este Superman cuenta con más base del cómic original nacido en 1938 de la mano de Jerry Siegel y Joe Huster, toda una «carta de amor a los cómics» por parte de Gunn (Guardianes de la galaxia y Escuadrón suicida).

Lo suyo es una versión heroica, arriesgada y diferente que, sin embargo, cuenta con prácticamente todos los elementos habituales de las historias del alienígena del planeta Krypton: su identidad secreta, Clark Kent; el Daily Planet o la ciudad de Metrópolis.

Para darle también un toque más cómico y emotivo le añade a Superperro, convirtiéndolo en un actor principal más dentro del grupo de personajes que le acompañan a lo largo de la historia, entre los que se encuentran el malvado Lex Luthor (Nicholas Hoult). Este Superman: Legacy -título original- tiene pinta de tener más supersecuelas. De momento, esta es superdiferente.

'Elio'

El nuevo film de Pixar ofrece una animación luminosa y una narrativa emotiva que, sin embargo, no evita que el largometraje se desdibuje por momentos.

Esta es la historia de Elio, un niño de 11 años con una imaginación desbordante y una enorme obsesión por los extraterrestres, que lucha por encajar hasta que de repente es transportado al espacio y es identificado por error como el embajador galáctico de la Tierra.

El mismo estudio de Del revés 2 no ha tenido tanta suerte en su nueva aventura, que ha pasado con discretos registrados por la taquilla americana desde que se estrenara allí el pasado 20 de junio.

Elio es, en general, una entretenida y original diversión veraniega. La película tiene delicadeza al abordar temas como el aislamiento, el dolor, las luchas familiares y la amistas. Pero, aunque despega con fuerza, no consigue aterrizar para la plena satisfacción del público. Elio es un Pixar menor, que no logra alcanzar éxitos como Wall-E, Toy Story o el propio Del revés, aunque llega a límites interesantes y suficientes para recordarnos la animación y el cine de ciencia ficción que nos entusiasmó en los años 80.