Literatura
Las pequeñas editoriales catalanas desembarcan en México
Males Herbes, Angle, L’Altra editorial o Periscopi viajan a la Feria del Libro de Guadalajara

Feria Internacional del Libro en Guadalajara de una pasada edición.
Las editoriales pequeñas e independientes viven con ilusión su desembarco en la Feria del Libro de Guadalajara (FIL), que se celebra este año del 29 de noviembre al 7 de diciembre con Barcelona como ciudad invitada de honor. Esta coyuntura permite a la capital catalana desplegar todo su potencial editorial, con una sesentena de autores invitados y la participación de múltiples editoriales en las mesas y actividades que se organizan.
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La 39.ª edición de la FIL será recordada por muchos editores catalanes como la primera vez que formaron parte de una de las citas literarias más importantes de Latinoamérica. Es el caso, por ejemplo, de L’Altra Editorial –un sello literario independiente de narrativa contemporánea en catalán– que pisa tierras mexicanas con la intención de establecer contactos. Así lo explica su editora, Eugènia Broggi. «Creo que es un buen espacio para presentarnos, dar a conocer a nuestros autores y, con un poco de suerte, encontrar una casa que esté interesada en traducirlos», explica.
Sinergias internacionales
Otro proyecto catalán que también estará presente en la FIL es el de Males Herbes, una editorial independiente especializada en literatura catalana donde predominan la sátira, el realismo mágico, la prosa experimental, el neogrotesco, la ciencia ficción y el terror. Ricard Planas recuerda que este año tendrán allí a tres autores de la casa: Elisabet Riera, Ferran Garcia y Elisenda Solsona.
Para Planas, estar en la FIL aporta «visibilidad» y también la posibilidad de interactuar con autores de allí. “Si después hay negocio, bienvenido, pero lo más interesante creo que es este primer aspecto”, remarca. Aun así, la editorial reconoce que ya está cerrando reuniones con editoriales de allí, unas sinergias que seguramente no serían posibles si no asistieran. “Nos estamos poniendo en contacto con otras editoriales que nos interesan y cuyo catálogo nos gusta para ver si podemos establecer algún tipo de conexión”, admite.
El editor de Males Herbes opina que una feria de estas características agrupa a todos los agentes del sector, también a aquellos con quienes “hablas durante el año solo por correo electrónico”. “Es una gran oportunidad para consolidar algunas colaboraciones, abrir nuevas vías y también, no menos importante, saber qué está pasando en otros países, qué lenguas se están vendiendo y qué tipo de literatura se está haciendo».
En esta misma línea se expresa Laura Huerga, de Raig Verd, una editorial independiente que se define como inconformista y exigente, y que busca dar espacio a obras comprometidas y valientes. Su editora defiende que formar parte de la FIL es muy relevante porque incorpora una parte presencial «insustituible. Hay un retorno que no siempre se traduce en ventas de libros, sino más bien en una forma de colaborar y llevar nuevas ideas a casa», opina. En su caso, uno de los nombres que forman parte de la programación es el de Miguel Pajares y también el de Antoni Clapés.
Intercambio de conocimiento
Finalmente, en cuanto a Periscopi, una pequeña editorial catalana con más de una década de trayectoria pero comprada recientemente por el Grupo 62, admiten que es la primera vez que uno de sus autores es invitado a la FIL, en este caso Montse Albets. «No tenemos un historial previo y por eso vamos con toda la ilusión del mundo a dar a conocer nuestra propuesta literaria, de la que estamos convencidos de que puede gustar y tener su lugar», asegura su editor Aniol Rafel.
Quien también viaja por primera vez es Rosa Rey, la editora de Angle, una editorial independiente con un catálogo que abarca narrativa, ensayo, poesía, humor, biografía y memorias. Este año la escritora invitada es Maria Canelles, aunque en ediciones anteriores ya había asistido algún otro autor de la casa, como el calafellense Albert Pijuan.