Whatsapp Diari de Tarragona
Para seguir toda la actualidad desde Tarragona, únete al Diari
Diari
Comercial
Nota Legal
  • Síguenos en:

De ruta por Tarragona: la montaña santa

La Serra de Montsant es, en apariencia, inexpugnable. Vista desde la distancia se asemeja a una gran muralla compacta que bloquea la visión del horizonte

20 diciembre 2023 21:02 | Actualizado a 21 diciembre 2023 07:00
Se lee en minutos
Participa:
Para guardar el artículo tienes que navegar logueado/a. Puedes iniciar sesión en este enlace.
Comparte en:

«Hoy, su santidad, han sido pasados por la espada veinte mil ciudadanos sin importar su rango, su sexo ni su edad. Después de la masacre de los enemigos, hemos saqueado y quemado toda la ciudad. La venganza divina ha sido admirable». Estas palabras forman parte de una carta de Arnau Almalric enviada al papa Inocencio III después de que se perpetrara una carnicería en la localidad de Béziers, la misma en la que se asesinaron más de 8.000 personas en unas pocas horas. Sucedió en el marco de la cruzada albigense. En el año 1209, el papa declaró herejes a una comunidad de cristianos crítica con el papado que desarrollaba su vida al margen de la iglesia. Estos buenos hombres, como ellos mismos se hacían llamar, se concentraban en la región del Languedoc, al sur de Francia. Su persecución provocó una ola migratoria hacia las tierras de la Corona de Aragón, a quienes rendían cuentas en régimen de vasallaje. Los cátaros, perseguidos por uno de los caballeros más destacados de la Edad Media, encontraron en las Muntanyes de Prades y la Serra de Montsant, entre otras zonas, una tierra en la que profesar la fe. En la ruta de esta semana, exploramos el paraíso de los cátaros y recordamos el episodio que cambiaría para siempre el destino de la Corona de Aragón. ¿Serán ciertas las leyendas que se cuentan?

Dificultad de la ruta

Determinar la dificultad de una ruta ya es de por sí una dificultad. Por suerte, existen escalas de graduación que establecen la dureza a partir de factores observables. El Método SENDIF, creado por la Taula de Camins de l’Alt Pirineu i Aran, sostiene que la dificultad de un itinerario de senderismo depende, por una parte, del esfuerzo físico que este supone y, por otra parte, de los obstáculos del camino. Desde el punto de vista de la dificultad física, esta ruta es de dureza difícil a causa de su notable desnivel. El perfil de elevación de la ruta dibuja una suerte de pirámide, luego lo más demandante físicamente se encuentra al principio del itinerario. Como es habitual, los bastones serán nuestros aliados a la hora de reducir la fatiga y la carga muscular, pero nos entorpecerán durante los pasos más técnicos. En lo que respecta a los obstáculos, a parte de las pendientes pronunciadas, los graus cuentan con tramos equipados y expuestos al vacío en los que habrá que extremar la precaución. Una vez superada la muralla, advertiremos qué fácil es perderse en la sierra debido a su homogeneidad, de ahí que sea recomendable llevar un mapa de esta zona.

Instrucciones de la ruta

La Serra de Montsant es, en apariencia, inexpugnable. Vista desde la distancia se asemeja a una gran muralla compacta que bloquea la visión del horizonte. Penetrar en su interior supone hacer uso de uno de sus múltiples graus, pasos no exentos de dificultades técnicas que nos recompensan con miradores privilegiados del Priorat.

La ruta en cuestión accede al conjunto mediante el Grau de l’Escletxa que, como su propio nombre indica, se sirve de una grieta en el macizo para colarse en su haber. A este lugar llegaremos después de salvar un notable desnivel positivo para, finalmente, concluir la ascensión con la cumbre menor de La Cogulla, que con sus 1.062 metros sobre el nivel del mar constituye una de las escasas elevaciones que sobresalen del bloque. Finalmente, emprendemos la vuelta por el Grau de Salfores, cuya posición proporciona una bonita visión de la sierra. Conviene hacer la ruta en el sentido propuesto, pues de lo contrario nos enfrentaremos a las pendientes pronunciadas y equipadas del primer paso en el descenso. Así evitamos que los menos experimentados padezcan miedo a la altura.

Cátaros en las Muntanyes de Prades

Las Muntanyes de Prades, antaño llamadas Muntanyes de Siurana, fueron de colonización tardía. En el siglo XII, después de que la capital del valiato fuera tomada por los cristianos, el territorio estaba deshabitado.

De acuerdo con el historiador y archivero reusense Ezequiel Gort, autor del libro Occitants i catars a Montsant i Muntanyes de Prades, el Montsant era un «paratge feréstec, deshabitat i cobert de boscos densos. L’orografia, sovint trencada, ajudava a donar un aire de solitud a l’indret», conque era «un lloc hábil per refugiar-shi».

Tal y como apunta el reusense, los occitanos decidieron asentarse en la Cataluña Nueva, aquellos territorios conquistados por Ramón Berenguer IV en el siglo XII, por depender del soberano, así como por su escasa población y lejanía de las principales poblaciones: características que lo convertían en un lugar discreto para la práctica sus creencias.

Fue así como los occitanos cátaros se unieron a las gentes de Prades, Siurana, l’Arbolí, Cornudella o Gallicant creyendo estar a salvo. Sin embargo, pronto llamaron la atención de la iglesia catalana, que se movilizó a fin de combatir la herejía no sólo entre el pueblo, sino entre los miembros de la propia iglesia.

Comentarios
Multimedia Diari