Previa del Sevilla Atlético–Nàstic: el momento de Cedric

Era una de las grandes esperanzas del Nàstic en el pasado mercado de verano. Cedric Omoigui firmó por tres temporadas dejando claro que su intención era abrir una etapa amplia, seria y con raíces en Tarragona. Fueron tres años porque la competencia por hacerse con el delantero fue máxima y el club entendió que la mejor manera de convencerlo era con una propuesta que reflejara toda la confianza que tenía en él.

Sin embargo, han pasado ya unas cuantas semanas —mejor dicho, unos cuantos meses— y la mejor versión del nigeriano sigue esperando su momento. El Nou Estadi sueña con celebrar de nuevo sus goles, algo que solo ha ocurrido una vez en lo que va de curso: aquel tanto ante el Atlético Sanluqueño en un partido que acabó con derrota grana por 1-3.

Lo cierto es que su rendimiento no está cumpliendo las expectativas. Y no solo eso: en las últimas semanas ha pasado a ser la tercera opción ofensiva. Marcos Baselga y Álex Jiménez le han adelantado por la derecha, convenciendo más a un Cristóbal Parralo que, en su llegada, apostó por él como titular en el Enrique Roca de Murcia. Después, lo dejó en el banquillo frente al Marbella y frente al Hércules.

¿Dupla junto a Baselga?

Pero las cosas cambian de un día para otro, y más en el fútbol. Hay fechas que pueden ser un punto de inflexión. En eso confían la afición tarraconense, el cuerpo técnico y también un Cedric Omoigui que está listo para volver al foco. El motivo es claro: Álex Jiménez cumplirá sanción tras su expulsión por doble amarilla ante el Hércules, y las opciones en ataque señalan directamente que el nigeriano puede ser titular al lado de Marcos Baselga. Aquella era la dupla llamada a hacer volar al Nàstic, pero apenas ha podido verse junta con continuidad.

El nigeriano, suplente en los últimos dos partidos, no ha perdido intención ni voluntad: lo que necesita es un impulso emocional, un momento que reenganche su fútbol al del equipo. Y pocas situaciones generan más electricidad que recuperar la titularidad en un escenario exigente, con la obligación de aparecer cuando el Nàstic busca volver a ganar. No será fácil, pero lo que está claro es que la calidad de Cedric jamás se discutirá porque un delantero que su registro goleador no admite sospechas en cuanto a que puede llegar a ser diferencial.

Otras alternativas a Cedric

Parralo tiene alternativas para el frente ofensivo —conectar a Wilfrid Kaptoum, situar a Jaume Jardí entre líneas o sorprender con perfiles como Juanda Fuentes o Christos Almpanis—, pero nada sería más lógico que ofrecerle una nueva oportunidad a Cèdric. Sus minutos frente al Hércules, con el equipo en inferioridad, dejaron al descubierto un jugador que necesita recuperar confianza, y esa solo llega jugando y sintiéndose importante. Da la sensación de que acumulando suplencias será difícil reengancharle, aunque es evidente que debe reclamar su sitio con más fuerza y eso es a través de los goles. Su temporada puede girarse en un instante.

Un filial mejorado

No será sencillo, porque la visita a Sevilla es de las más complejas. El filial hispalense quiere salir de la zona baja y llega con el impulso de su victoria ante el Marbella. Ha cambiado de entrenador —su técnico se marchó al Mirandés— y en su lugar ha aterrizado Luci, la eterna mano derecha de Joaquín Caparrós. Su llegada ya ha reconectado al filial con la victoria. Calidad les sobra; regularidad, no tanta, en una categoría tan adulta como la Primera Federación. Pase lo que pase, los focos apuntan a Cedric Omoigui.

Este viernes, a partir de las 20.30 horas, el delantero nigeriano tiene una oportunidad para cambiar su rumbo en Tarragona. La afición quiere celebrar sus goles porque la fe en que vuelva a volar sigue intacta. Los goleadores no caducan y Cèdric ya ha marcado diferencias en esta categoría.