¿Cómo afronta el encuentro ante la SD Logroñés, dentro de ese ultimátum de dos partidos que le dio el Consejo de Administración del Nàstic?
“Con la máxima ilusión y convencido de que el equipo hace muchas cosas bien y la progresión es evidente. Indudablemente nos falta reventar un partido fuera de casa. Esperemos que sea mañana. Lo que tengo claro es que para poder ganar un partido fuera tendremos que estar más cerca de lo que somos últimamente que de éramos al principio. La ilusión es máxima e intacta. No atiendo a nada externo. De mi boca nunca surgirá una mala palabra contra el club, los jugadores o la afición”.
¿Qué necesita para cambiar los números de fuera de casa?
“Tenemos que partir de la base que a todos los equipos les cuesta de visitante. Todos estamos más cómodos como locales. Podríamos hablar de muchas circunstancias. Pero estaremos más cerca de ganar si hacemos la primera parte de la Real sin los errores que nos están penalizando desde que hemos comenzado. Esa es la intención. No hay que olvidar que el rival también se prepara para ganar el partido. Cuando gires la dinámica el balón que va al palo, irá dentro y la cagada se minimizará sin consecuencias.
¿Qué diferencia hay entre el Nàstic de casa y de fuera?
“Llevo haciéndome esta pregunta toda la vida. Ya cuando era jugador. ¿Por qué es diferente jugar de local que de visitante? Algo hay, pero no sé decirte. A veces he entrenado equipos que solo ganaba fuera y en casa no había manera. Tampoco lo sabía explicar. El fútbol tiene la grandeza que tiene porque hay cosas que no se pueden explicar. Por eso es tan bonito. Todo es mental. Saber llevar los partidos. Aislarte del ambiente. Al final es ganar uno. La temporada pasada en la segunda vuelta ganamos cuatro. Tardamos una vuelta para conseguir ese triunfo como visitante, pero luego vinieron más de una. Estoy seguro que si ganamos una vendrán más.
¿En algún momento ha pensado en marcharse?
“No. No lo puedo hacer. Ni por el cuerpo técnico, ni por los jugadores, ni por el club. Estoy agradecido al club. Sé cuál es mi trabajo. Tal y como me educaron, no vale deprimirte. Hay luchar, luchar y luchar. No voy a dejar a nadie tirado. Estoy convencido de que somos un equipo que acabaremos arriba. Lucharé por ello hasta el último día”.
¿Si empata sería injusto la destitución después de la mejora que ha experimentado el equipo?
“Hoy estoy aquí. Mañana estaré en el banquillo ante el Logroñés. No puedo perder ni un segundo en cosas que no puedo controlar. Ojalá que si jugamos bien, ganemos y si empatamos, no sé. Son preguntas que no me tienes que hacer a mí. Yo quiero lo mejor para el club. Que llegue a la liga profesional. La ciudad y la afición se lo merece.”
¿Qué partido espera contra el SD Logroñés?
“Es un equipo que me gusta mucho. Se nota que no tienen ningún tipo de presión. Es un equipo muy alegre. Que tiene una idea de su entrenador muy atractiva. Es dinámico y versátil. Juegan muy bien al fútbol. Le mete cuatro al Barça B y bien. Estos equipos alegres tienen virtudes muy palpables. Si comienzan a combinar por dentro, lo pasaremos mal. Pero nosotros también esperemos hacerle pasar mal”
¿Con qué bajas se presenta al encuentro?
“Tenemos a Marc (Trilles) por definir si son dos, tres o cuatro semanas. Álex (Quintanilla) está justo pero viaja. Tendremos que valorarlo mañana. Son decisiones que dependen de los jugadores. El resto, cada día mejor.”
¿Tres partidos seguidos fuera de casa?
“Si ganamos los tres partidos será la hostia. Vamos a ganar mañana. Será el primer paso para ganar moral y autoestima.”
¿Qué plan de partido se plantea?
“Tendremos que tener la pelota todo lo que podamos. Pero para atacar. A mí, tenerla por tenerla, no me gusta. Así lo siento. No sé si tenemos que discutirle el balón al Logroñés, lo que sí tenemos que hacer es que no la tengan ellos y si la tienen, donde queremos que la tengan. El fútbol va de áreas y hacer goles, más que de tener la pelota. Nosotros tuvimos una posesión de pelota muy alta ante la Real y ellos transitaron muy bien. No sé qué es mejor.”
